En la actualidad, estas entidades sólo están obligadas a presentar una declaración de ingresos y de patrimonio. Otra parte de sus ingresos provienen de limosnas, diezmos y ofrendas y hay quienes piden que las iglesias paguen impuestos por ello.
El Ministerio de Hacienda de Colombia presentó este miércoles una Reforma Tributaria Estructural en la que propone que “todas las asociaciones, fundaciones y corporaciones… así como las congregaciones de cultos y religiones reconocidas por el Ministerio del Interior serán contribuyentes del impuesto sobre la renta y complementarios”.
Sin embargo, las “actividades de libertad religiosa y de cultos exclusivamente, desarrolladas por entidades reconocidas como tales” podrán acogerse al Régimen Tributario Especial, con el que deberán presentar declaraciones de ingresos y patrimonio como hasta ahora lo hacen.
Esto, según explicó el ministro de Hacienda de Colombia, Mauricio Cárdenas, en la cadena Blu Radio, “es uno de los cambios más importantes de la Reforma … pues las Entidades Sin Ánimo de Lucro se han venido utilizando para desarrollar actividades que son puramente comerciales donde hay un interés económico”.
Una explicación similar dio la Comisión de Expertos para la Equidad y la Competitividad Tributaria en una propuesta en la que recomendó al Gobierno poner mano dura a estas organizaciones pues “existen entidades que no cumplen con las condiciones requeridas pero que acceden al régimen tributario especial, evadiendo las obligaciones que les impondría estar dentro del régimen tributario general”.
Guillermo Perry, uno de los nueve expertos de la Comisión, le explicó a CNN en Español que es fundamental que con la reforma “solamente las entidades que tengan como objeto fundamental las actividades no lucrativas puedan seguir gozando de ventajas tributarias”.
Existen más de 5 mil iglesias
En Colombia existen 5.374 iglesias de todos los cultos (evangélicas, católicas, cristianas, entre otras), según el Grupo de Asuntos Religiosos del Ministerio del Interior de Colombia, pero ninguna de estas paga impuestos pues están cobijadas por el artículo 23 del Estatuto Tributario que dice que “los movimientos, asociaciones y congregaciones religiosas, que sean entidades sin ánimo de lucro” no son contribuyentes del impuesto a la renta.
Según información de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales DIAN, reportada por la revista Dinero en abril de este año, en los últimos años (sin contar 2014 y 2015) “los activos fijos de las algo más de 7.000 iglesias con Registro Único Triburario acumulan cerca de $6 billones, mientras que el patrimonio bruto se aproxima a los $10 billones”.
CNN en Español se comunicó con la DIAN para verificar estas cifras, pero no obtuvo una respuesta de manera oportuna.
En la actualidad, estas entidades sólo están obligadas a presentar una declaración de ingresos y de patrimonio. Otra parte de sus ingresos provienen de limosnas, diezmos y ofrendas y hay quienes piden que las iglesias paguen impuestos por ello.
Monseñor Luis Augusto Castro, presidente de la Confederación Episcopal de Colombia, le dijo a CNN en Español que no le parece “muy correcto” que se cobren impuestos por limosnas y diezmos porque estas son donaciones.
“No me parece muy correcto porque eso no es un negocio, eso es una donación que se hace. Pero tampoco le tengo temor [a los impuestos] en el sentido de que eso de las limosnas son bajísimas y no creo que vaya alterar mucho lo que es la vida de la iglesia”, dijo Monseñor Castro.
Pero según el pastor Édgar Castaño, presidente de la Confederación Evangélica de Colombia, pagar impuestos por diezmos y ofrendas sería una doble tributación.
“Los diezmos y las ofrendas a una iglesia son donaciones voluntarias de las personas y yo no creo que esas donaciones tengan que ser grabadas… porque si yo como ciudadano pago impuestos, no le pueden cobrar impuestos al lugar donde yo dono, porque me estarían cobrando doble tributación”, dijo Castaño a CNN en Español.
Según Castaño, la “famosa idea” de que la iglesia evangélica maneja “miles y miles de pesos” no es cierto, pues el 90% de las congregaciones no tienen recursos, ni propiedades, sus pastores no ganan salarios completos, no tienen seguridad social, porque son iglesias pequeñas dedicadas a hacer trabajos de comunidad y hacen inversiones sociales en colegios, ancianatos, mercados, etcétera.