En una reciente entrevista a la red ABC, el actor Denzel Washington contó que en la adolescencia pensaba en volverse pastor como su padre, pero terminó siendo actor. Eso no significa que haya perdido su fe, solo que el llamado no era genuino. Mientras promosionaba su nuevo film, el western “Siete hombres y un destino”, contó que en su infancia solo podía asistir a films bíblicos.
Su padre era un hombre rígido, que no quería ver sus hijos influenciados por el “mundo”. Eso influenció la vida de Denzel, que no sabía mucho acerca del cine hasta que fue adulto. Miembro de la Iglesia de Dios en Cristo, de linea pentecostal, el actor premiado recuerda que existía una expectativa de los miembros de la congregación de que algún día el sería el nuevo líder del rebaño local.
Al observar la rutina de su padre, Washington vió las exigencias constantes por las que atravieza un ministro. En todo momento veía como el pastor precisaba salir de la casa para atender a las personas o para ir a la iglesia. “Parecía ser mucho trabajo”, contó.
En su juventud, pasó por una fase de distanciamiento de la iglesia. Reconoce que su madre intervino con consejos y oraciones. La familia fue su salvación. “Muchos de mis amigos no tenian papá. Yo tenía. Era un hombre decente, muy espiritual y un caballero”, resumió. El actor se describe a sí mismo como un joven “travieso”, y que todos sus amigos más cercanos terminaron siendo presos.
“Nunca hubo un momento en mi vida en que Dios no me dirigió, protegió o corrigió”, recuerda. Confesó también que “Hubo momentos en que no fui tan fiel, pero Él siempre tuvo fe en mi”.
Poco después de terminar la escuela secundaria, Denzel Washington probó varias carreras. Frecuentó la facultad de medicina, y luego cambió por las ciencias políticas. Tampoco se pudo adaptar e intentó Derecho. Sintiendose insatisfecho, optó por el periodismo. Solo consiguió “encontrarse” en las Ártes, que cusró en la Universidad de Fordham.
Realizó más de 20 peliculas, siendo premiado con dos Globos de Oro y un Premio Tony, además de dos Oscars: Mejor Actor de Reparto por Días de Gloria (1990) y Mejor Actor por Día de Entrenamiento (2002). Algunos de sus trabajos tuvieron un mensaje explícitamente cristiano, como “Un año de mi vida” y “El libro de Elí”. Fuera del escenario, da charlas motivacionales, donde siempre habla de su fe.