La Alcaldía del municipio profirió una multa, y de no cancelarse, podrían demoler la edificación.
Luego de un año de la construcción del primer templo luciferino del país, la polémica volvió a revivirse por cuenta de una multa de 206 millones de pesos que la Secretaría de Planeación de la Alcaldía de Quimbaya (Quindío) le impuso a Héctor Londoño Villegas o a Víctor Damián Rozo, (como se hace llamar en redes), el representante legal de este templo, por levantar dicha edificación sin los permisos necesarios.
Según el mandatario de Quimbaya, Jaime Andrés Pérez, la sanción fue proferida porque la construcción es ilegal, pues se realizó a finales del 2015 cuando la Secretaría no tenía ninguna documentación sobre dicha obra.
“Nosotros estamos conociendo el caso y vamos a proferir un fallo en segunda instancia la próxima semana, luego de analizar todas las pruebas aportadas por ambas partes. Estamos haciendo cumplimiento de la normatividad legal sobre el tema de urbanismo y esperaremos si (Londoño) procede a pagar o no”.
Pérez explicó que, de no pagarse la multa, el templo podría ser demolido en los próximos meses, lo que ha causado el descontento del líder de la llamada Asociación Templo Luciferino Semillas de Luz, como aparece en el registro de la Cámara de Comercio de Armenia. De hecho, Londoño publicó un video hace un par de meses en el que denuncia “persecución política” por parte del alcalde de la localidad y del gobernador del Quindío, Carlos Eduardo Osorio.
“Ellos nos han violado todos los derechos, como el debido proceso. Es una persecución, ya es algo personal, han cometido muchos errores durante este proceso, a todo colombiano se le da la posibilidad de legalizar, pero a nosotros nos fue negada, a otro colombiano católico sí le darían la oportunidad, pero al luciferino se le niega”, dijo Londoño en un video en YouTube.
Por su parte, el alcalde Pérez negó que se tratara de persecución y dijo: “Somos respetuosos de la libertad de culto, esa no es nuestra competencia, nuestra competencia es netamente lo urbanístico”.
El polémico templo está ubicado en una finca de la vereda Aguacatal. En el predio se puede apreciar una vivienda, una piscina y el lugar está decorado con cruces invertidas de color negro y esculturas de leones dorados que resaltan en la fachada. La capacidad es para unas 300 personas.
En su interior hay una tarima de color rojo, que predomina en el lugar, en la que hay una escultura de Lucifer de al menos tres metros y que fue construida en lámina metálica en un taller de Armenia. Al lado de esta figura se encuentra una silla destinada únicamente para el hombre que se hace llamar el hijo de Lucifer.
“El templo no se ha cerrado porque es un lugar privado, en una finca de mi propiedad, yo aquí recibo seguidores y feligreses de Lucifer. Le pedimos una visita a la Secretaría de Salud de Quimbaya para que todo esté al día, pero se rehusaron a hacer la visita, nosotros seguimos funcionando, contamos con la personería jurídica, puedo hacer matrimonios y ceremonias luciferinas, se van a hacer congresos”, narró el representante legal de la Asociación Templo Luciferino Semillas de Luz.
OREMOS PARA QUE LOS CRISTIANOS TOMEN SU LUGAR EN LAS CIUDADES, ROMPIENDO MALDICIONES Y QUE UN EVANGELIO DE PODER PROVOQUE QUE ESTAS PERSONAS SE ARREPIENTAN.