Nadie saltó a socorrer al joven, un gambiano de 22 años. Pateh Sabally murió el pasado domingo 22 de enero en el Gran Canal de Venecia, según publica el Corriere della Sera.
El hombre tenía 22 años y era natural de Gambia. El fallecimiento de este joven africano ha abierto el debate en Italia además de una investigación por la que la Fiscalía trata de determinar las circunstancias que rodearon su fallecimiento.
Al parecer, los investigadores barajan la hipótesis de que el hombre quisiera suicidarse, motivo por el cual no se habría aferrado a ninguno de los salvavidas que le lanzaron desde los vaporetos que en ese momento transitaban por el canal. Pero la polémica por esta trágica muerte no termina ahí. ¿Por qué nadie se lanzó a las aguas para socorrer al joven al ver que por sí mismo no lograba coger los salvavidas? ¿Era un intento de suicidio o estaba paralizado o incapacitado para moverse? ¿Por qué en el vídeo que circula por las redes sociales se escucha como muchos testigos profieren insultos racistas?
Ante la controversia generada en el país, los investigadores y autoridades han tenido que aclarar que no se trata de un delito de denegación de auxilio.
Al parecer, según publica la prensa local, en Italia, en este caso en Venecia, los marineros y gondoleros están obligados a lanzar salvavidas, pero no a tirarse al agua para socorrer a un posible náufrago.
Así las cosas, las tripulaciones habrían cumplido con la normativa tras lanzar entre tres y cuatro medios de auxilio. Fue la víctima la que, al parecer, no se asió a ellos y acabó ahogándose al resultar arrastrado al fondo del canal por el peso de sus ropas empapadas. Pero la explicación oficial deja en el aire la pregunta de por qué ningún otro testigo o varios se lanzaron a intentar salvar al joven y llevarlo a nado hasta la orilla.
La cosa se complica cuando a lo largo de los al menos cinco vídeos disponibles se escuchan burlas e insultos hacia el joven mientras se ahoga en las aguas del canal. Tras recuperar el cadáver, del que no ha trascendido aún la conclusión definitiva de la autopsia, la Policía localizó el pasaporte y varios documentos del hombre, lo que permitió contactar con su familia, que reside mayoritariamente en Alemania.