Ocurrió casi de la noche a la mañana, eclipsado por la polémica veda a inmigrantes en Estados Unidos: el presidente de este país, Donald Trump, inició una reforma de su Consejo de Seguridad Nacional (CSN) con potenciales efectos globales.
Trump emitió el sábado por la noche una orden ejecutiva que puso a su controvertido estratega jefe, Stephen Bannon, en el corazón del CSN, un centro neurálgico del gobierno estadounidense.
La decisión causó sorpresa, incluso entre expertos, por varias razones.
Otrora jefe de Breitbart News, plataforma mediática de la extrema derecha estadounidense, Bannon es considerado el impulsor de algunas de las posturas más radicales de Trump como candidato y ahora como presidente, incluida la prohibición a inmigrantes musulmanes.
Trump otorgó a Bannon un asiento en el comité de "principales" del CNS, integrado por figuras clave del gobierno, incluidos, por ejemplo, los secretarios de Estado o de Defensa.
"Dada la visión del mundo de Steve Bannon y sus declaraciones pasadas, su participación en el comité de principales también tiene un efecto simbólico", asegura Waxman a BBC Mundo.
"Señala que el presidente es menos serio que sus predecesores sobre los consejos de los profesionales y funcionarios responsables de manejar nuestros departamentos y agencias de seguridad nacional y política exterior", concluye.
"¿Presidente Bannon?"
La reforma del CSN volvió a colocar bajo la lupa a Bannon, considerado hoy el consejero de mayor confianza de Trump junto al yerno del presidente, Jared Kushner.
La orden de Trump sobre seguridad nacional "sugiere que Bannon se quiere posicionar no solo como el titiritero sino como un presidente de facto", sostuvo un editorial del diario The New York Times el lunes, titulado "¿Presidente Bannon?".
Unos días antes, Bannon ya había llamado la atención al declarar al mismo diario que los medios de información son "la oposición" y deberían "mantener la boca cerrada".
Varios han notado que, dada la falta de experiencia del magnate Trump en temas de gobierno, el mandatario podría necesitar más que del CSN.
Pero Bannon también carece de experiencia de gobierno y, hasta donde se sabe, sus conocimientos sobre seguridad nacional se limitarían a una maestría que realizó en el tema y a siete años que sirvió en la Armada, antes de dedicarse a los negocios, la publicidad y los medios.
"Bannon es precisamente la persona equivocada para este rol equivocado", sostuvo en el diario The Washington Post David Rothkopf, editor del grupo que publica la revista Foreign Policy y autor de dos trabajos sobre el CSN.
"El papel de Bannon como presidente de Breitbart.com, con sus perspectivas racistas, misóginas e islamofóbicas, y su deseo declarado de volar nuestro sistema de gobierno, sugiere que es alguien que (…) no tiene nada que hacer como miembro permanente del órgano consultivo más poderosos del mundo", afirmó.
Marco Vicenzino, director de Global Strategy Project, una consultora de riesgo geopolítico, cree que el impacto de los cambios en el CSN se podría sentir sobre todo "en tiempos de crisis".
Al igual que otros analistas, advierte que siempre hubo una dimensión política en la seguridad nacional, pero la tradición estadounidense era mantener los asuntos político-partidarios lo más alejados posibles del Consejo.
"Tener un asesor político del presidente de tan alto rango en las reuniones de seguridad nacional", señala Vicenzino a BBC Mundo, "es un riesgo de que la seguridad nacional se politice".