Con un llamado a luchar contra los males que afligen a la humanidad y contra el discurso del odio, la XVI Cumbre Mundial de Premios Nobel de Paz ha concluido este sábado en Bogotá después de tres días de debate en los que se han tratado temas como la democracia y los derechos humanos en el mundo.
La última jornada de la Cumbre estuvo dedicada a la paz de Colombia y a los retos que enfrenta el acuerdo firmado entre el Gobierno y las FARC en la etapa de implementación de lo pactado, proceso que tuvo el apoyo de los laureados asistentes.
La declaración final de la Cumbre fue leída por la ganadora del Nobel en 1997 por la lucha contra las minas antipersonales, la estadounidense Jody Williams.
En ella, los laureados pidieron acción de los gobiernos, la sociedad civil y la juventud para erradicar males como las armas nucleares, las minas antipersonas, el narcotráfico, la narcopolítica y la corrupción.
Combatir el odio y la discriminación
También hicieron un llamamiento a "los Estados para que combatan el discurso del odio" basado en discriminaciones por razones étnicas, racistas, religiosas, de género, de discapacidad o de cualquier otra índole.
La ceremonia de clausura, además de ratificar ese apoyo, sirvió para entregar varios galardones a personas que han trabajado constantemente para el desarrollo de la paz en Colombia, Latinoamérica y el mundo.
El primer reconocimiento fue el "Premio Turner para el Cambio Social" entregado por primera vez a las propuestas de cuatro mujeres que sobresalieron entre 283 ideas que "creen en un mundo sin cambio climático, guerra, pobreza, armas o enfermedades".
Kailash Sathyarthi, ganador del Nobel de Paz de 2014 por su lucha contra la opresión infantil y su derecho a la educación en la India, galardón que compartió con la joven paquistaní Malala Yousafzai, fue el encargado de entregar la medalla al activismo social a Kerry Kennedy, escritora norteamericana.
Kennedy aseguró que "reunir a defensores de derechos humanos para hablar desde el poder y la verdad es una gran ayuda a niños y jóvenes alrededor del mundo para que puedan aprender sobre el mundo que reciben y el que dejan atrás".
"Nos encontramos en un momento de destrucción en el que la mayor amenaza del mundo es el odio mismo. Por eso, Colombia es hoy un oasis de optimismo en el planeta y nos sentimos muy orgullosos de ello", afirmó.
La ganadora del Nobel en 2011 por su batalla no violenta a favor de la seguridad de las mujeres en Yemen, Tawakkul Karmal, entregó la medalla al impacto en la comunidad al líder comunitario colombiano Leymar Palacios.
El trabajo de Palacios en Bojayá, municipio del departamento del Chocó (oeste) después de la masacre perpetrada por las FARC en mayo de 2002 en la que murieron más de cien civiles, consistió en "promover espacios de diálogo y reconciliación en una de las áreas más olvidadas de Colombia".
"Es necesario contar esta tragedia al mundo para que nadie más la viva y así poder construir paz y reconciliación día tras día", afirmó Palacios al recibir el galardón.
Eliminar los conflictos con soluciones prácticas
Acto seguido, se entregó el "Premio de la Cumbre de Paz" a Richard Branson, cuya organización "Virgin Unite", busca crear iniciativas sin ánimo de lucro para ayudar al mundo a "eliminar las guerras y conflictos a través de soluciones prácticas".
Branson aseguró que su acción se enfoca en terminar dos guerras en particular: la guerra contra las drogas y contra el cambio climático. "Ninguna se ha ganado, y ambas son las grandes amenazas del mundo hoy en día, por lo que es necesario actuar rápidamente para erradicarlas", sentenció.
Un grupo de estudiantes en representación de más de 600 delegados de 17 países leyó la declaración de los jóvenes de todo el mundo sobre los derechos internacionales juveniles, en la que presentaron su rechazo a la "división que generan algunos líderes mundiales, cuyas ideologías separan en vez de reunir".
A su vez, la delegación presentó los temas en los que se comprometen a trabajar para consolidar la paz en todo el mundo, entre los que se cuentan: desarrollo sostenible, justicia social e igualdad, paz y reconciliación, educación, derechos humanos y seguridad para la gente ante futuras crisis.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, Nobel de Paz de 2016, presentó la "Carta de Colombia", documento resultante de la Cumbre que fue redactado por los laureados asistentes y que contiene "Diez principios para la paz propuestos como legado para toda la humanidad".
