El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está revisando su participación en el Consejo de Derechos Humanos de Estados Unidos, buscando una reforma de su agenda y el fin de su “obsesión con Israel”, dijo el miércoles un alto funcionario estadounidense.
Washington ha sostenido durante mucho tiempo que el foro de Ginebra se centra injustamente en las supuestas violaciones de derechos humanos por parte de Israel, incluidos los crímenes de guerra contra civiles palestinos en la Ribera Occidental y la Franja de Gaza.
Estados Unidos “sigue profundamente preocupado por el constante enfoque injusto y desigual del Consejo en un país democrático, Israel”, aseguró Erin Barclay, subsecretaria de Estado adjunta de Estados Unidos, al Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Además, expresó que ninguna otra nación tenía toda una agenda dedicada a ella y que “esta obsesión con Israel” amenazaba la credibilidad del consejo.
Barclay cuestionó si centrarse en Israel era una prioridad razonable, añadiendo que el gobierno del presidente sirio Bashar al-Assad estaba bombardeando hospitales, mientras que Corea del Norte e Irán negaban a millones de personas de sus libertades de religión, reunión pacífica y expresión.
“Para que este Consejo tenga credibilidad, y mucho menos éxito, debe alejarse de sus posiciones desequilibradas e improductivas”, dijo Barclay y declaró también: “A medida que consideramos nuestros futuros compromisos, mi gobierno estudiará las acciones del Consejo con miras a una reforma para lograr más plenamente la misión del Consejo de proteger y promover los derechos humanos”.
Estados Unidos es actualmente un miembro elegido del 47-estado Ginebra foro donde su término de tres años finaliza en 2019.
No hubo reacción inmediata de la oficina de derechos humanos de la ONU, pero el martes Rolando Gómez, portavoz del Consejo, dijo en una sesión informativa: “Estados Unidos ha sido un socio activo y constructivo en el Consejo durante muchos años, encabezando una serie de iniciativas importantes como RPDC (Corea del Norte), Irán, Siria, los derechos LGBT … y muchas cuestiones que ciertamente están en la agenda de hoy”, y concluyó afirmando que que cualquier país que desea revocar su pertenencia al consejo tendría que pasar por la Asamblea General en Nueva York.
