El primer ataque directo de EE.UU. contra Bachar al Asad ha provocado una cascada de reacciones, tanto de apoyo como de condena, pero la más esperada sin duda era la de Rusia, aliada del presidente sirio, que ha suspendido su acuerdo militar con Washington tras el bombardeo y ha pedido una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
"La parte rusa suspende la vigencia del memorando que existe para evitar incidentes y garantizar la seguridad de vuelos durante las operaciones (militares) en Siria, firmado con EE.UU.", ha anunciado en un comunicado el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
El presidente ruso, Vladimir Putin, "considera los ataques estadounidenses en Siria son una agresión contra un Estado soberano y una violación del derecho internacional, por si fuera poco, con un pretexto inventado", ha declarado a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
"Recuerda a la invasión de Irak"
Putin "ve en los ataques un intento por parte de EE.UU. de desviar la atención de la comunidad internacional de las múltiples víctimas entre la población civil en Irak", donde tropas estadounidenses lideran una operación militar contra el Estado Islámico, ha añadido Peskov.
El ministro de Exteriores rusos, Serguéi Lavrov, ha asegurado que el ataque de Washington "recuerda a la situación de 2003 cuando Estados Unidos y el Reino Unido, con sus aliados, invadieron Irak sin autorización del Consejo de Seguridad". "Pueden decir lo que quieran, pero el ataque, desde luego, es más que palabras", ha añadido desde Taskent, la capital de Uzbekistán.
Rusia considera además que la acción unilateral de EE.UU. obstaculiza la creación de una coalición internacional contra el terrorismo. Momentos antes del ataque, Moscú había advertido a Washington de las "consecuencias negativas" que tendría una acción militar en Siria.
"Hay que pensar en las consecuencias negativas. Toda la responsabilidad, si hay una acción militar, estará sobre los hombros de aquellos que la inicien", dijo a los periodistas el embajador ruso ante la ONU, Vladimir Safronkov.
En Naciones Unidas, los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU siguen negociando una resolución en respuesta al supuesto ataque químico contra Jan Sheijún, que Rusia ha vetado hasta ahora.
Reino Unido: "Respuesta adecuada al bárbaro ataque"
El Reino Unido, uno de los principales aliados de EE.UU. ha dado su respaldo total al ataque. "El Reino Unido apoya totalmente la acción de EE.UU., creemos que es una respuesta apropiada al bárbaro ataque con armas químicas lanzado por el régimen sirio y su finalidd es evitar futuros ataques", ha comunicado un portavoz de Downing Street.
El ministro de Defensa británico, Michael Fallon, ha revelado a la BBC que los estadounidenses pidieron la opinión del gobierno británico antes del ataque.
"El secretario de Defensa americano, Jim Mattis, me consultó ayer por la tarde temprano [por el jueves] sobre nuestro opinión acerca de la culpabilidad del ataque químico y revisamos la necesidad de comprender y manejar con las posibles reacciones de Rusia al ataque", ha explicado Fallon.
"[Mattis] estaba revisando las diferentes opciones para presentar al presidente, y me llamó más tarde para avisarme de que la decisión y para advertirnos del ataque, y nuestra primera ministra fue mantenida al tanto", ha añadido.
Francia y Alemania responsabilizan a Asad
La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, han acusado a Bachar al Asad de cargar "en solitario con la responsabilidad" por el ataque con armas químicas del martes y por el subsiguiente bombardeo estadounidense.
En un comunicado conjunto divulgado después de que ambos mantuvieran una conversación telefónica se apunta sin dudas a Al Asad por "la masacre con armas químicas del 4 de abril" en la población siria en Jan Shijún.
Hollande considera que la respuesta al bombardeo debe ser continuada a nivel internacional en el marco de la ONU "para que podamos ir hasta el final de las sanciones contra Bachar al Asad e impedir que haya nuevo uso de armamento químico". El presidente galo ha convocado para esta tarde un Consejo de Defensa para evaluar lo sucedido y cómo se puede abrir una negociación y relanzar el proceso en favor de una transición política en ese país.
El ministro de Exteriores francés, Jean Marc Ayrault, ha explicado que fue informado del ataque por su homólogo estadounidense, Rex Tillerson. Ayrault se ha felicitado de que EE.UU. comience a clarificar su posición sobre Siria, y ha insistido en que Bachar al Asad no tiene cabida en el futuro del país.
Turquía
El vice primer ministro turco, Numan Kurtulmus, ha calificado la acción estadounidense de "significante e importante" y ha pedido que la comunidad internacional actúe "congra la barbaridad del régimen de Asad".
"Como nuestro presidente ha dicho claramente, queremos ver acciones y no sólo palabras. En este sentido, el ataque de EE.UU. contra una base militar es significante, importante", ha dicho Kurtulmus en una entrevista en Fox TV.
"La comunidad internacional debe sostener claramente sus declaraciones contra la barbaridad del régimen de Asad hasta que ya no pueda hacer daño al pueblo", ha añadido.
Australia
El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, ha asegurado que su Gobierno está en "constante comunicación" con Estados Unidos y ha subrayado que su país condena el supuesto ataque químico.
"Saben nuestra posición. Hemos condenado este ataque totalmente. Necesita una respuesta fuerte y estamos en constante y estrecha comunicación con nuestros aliados, en particular con los Estados Unidos", ha declarado Turnbull a la emisora local 3AW poco antes de conocerse el ataque con misiles de Estados Unidos a Siria.
Arabia Saudí
El reino saudí apoya totalmente el ataque, y ha felicitado a Trump por su "valiente decisión".
Irán
Irán, aliado de Asad, ha condenado con fuerza el bombardeo. "Estas medidas reforzarán a los terroristas, y complicarán la situación en Siria y en la región", ha lamentado el ministro de Exteriores, Bahram Qasemi.