El gobierno de Ontario ha aprobado uno de los proyectos de ley más restrictivos de su historia gracias a los liberales. Se trata del Proyecto de Ley 89 que muchos grupos profamilia han calificado como “totalitario”.
El Proyecto 89, conocida como Ley de Apoyo a la Infancia, los Jóvenes y las Familias de 2017, deroga y sustituye a la anterior, llamada Ley de Servicios a la Infancia y la Familia que regulaba los servicios de protección de la infancia, la adopción y de cuidados para la crianza. En esta última versión de la ley se añaden la “identidad de género” y la “expresión de género” como factores a tener en cuenta “en aras al mejor interés del niño.”
Al mismo tiempo, se elimina la fe religiosa en la que los padres están criando al niño, y se ordena a los servicios de protección de la infancia que sólo consideren el propio “credo” del niño o la “religión” cuando evalúen los mejores intereses del menor. “Con la aprobación de la Ley 89 hemos entrado en una era de poder totalitario por parte del Estado como nunca vimos antes en la historia de Canadá,” afirma Jack Fonseca, estratega político de Campaign Life Coalition.
“No se equivoquen, el Proyecto de ley 89 es una grave amenaza para los cristianos y para todas las personas de fe que tienen hijos o que mantienen la esperanza de acrecentar su familia mediante la adopción. Decepcionada por el resultado, pero no me sorprende”, comentó Tania Granic Allen, presidenta de Parents As First Educators.
Únicamente los parlamentarios conservadores presentes en la Cámara durante la votación se opusieron al proyecto, pero fueron claramente insuficientes para frenar el proyecto. De hecho, en un principio muchos pensaron votar a favor o abstenerse, pero los más reacios terminaron por convencer al resto de su oposición.
Fuente: actuall