El submarino nuclear estadounidense USS Cheyenne ha atracado este martes en la ciudad portuaria de Busan (Corea del Sur) para reabastecerse, informa la agencia Yonhap.
Antes de esta parada técnica, ese sumergible de ataque de 110,3 metros capaz de ejecutar combates antisubmarinos y antisuperficie participó en simulacros con la Fuerza de Autodefensa Marítima de Japón, aunque una fuente militar estadounidense ha comentado que no está programado que intervenga en nuevos ejercicios militares.
El USS Cheyenne puede alojar alrededor de 130 personas y está equipado con misiles de crucero Tomahawk —con una autonomía de vuelo que ronda los 3.100 kilómetros— y el sistema de misiles antibuque Harpoon, que posee una autonomía próxima a los 130 kilómetros.
A finales de abril, el submarino USS Michigan, dotado de misiles, también atracó en territorio surcoreano.
EE.UU. aumenta la presión sobre Correa del Norte
Washington no cesa de presionar a Pionyang, una escalada de tensión fruto de la persistencia de Corea del Norte en seguir adelante con su programa nuclear. Para controlar qué sucede tanto en la península coreana como en el mar de la China Meridional, el Pentágono ha enviado a sus costas el portaviones USS Nimitz.
En mayo, mientras comentaba el programa de armas nucleares de Corea del Norte, el presidente de EE.UU., Donald Trump, afirmó ante su homólogo de Filipinas, Rodrigo Duterte, que Washington tiene suficiente "poder de fuego" en la región para contrarrestar la amenaza norcoreana.
Por su parte, el 29 de mayo Pionyang efectuó el lanzamiento de un misil balístico de corto alcance tipo Scud, que voló alrededor de 450 kilómetros y, según estimaciones del Gobierno de Japón, cayó en aguas de su zona económica exclusiva. El líder norcoreano, Kim Jong-un, destacó que ese proyectil es "capaz de realizar un ataque ultrapreciso".
