Por Matthew S. Harmon
¿Qué Preguntas Estás Haciendo?
Lo que obtenemos de la Biblia depende en gran medida del tipo de preguntas que hacemos al leer el texto. Pero, ¿cómo sabemos cuáles son las preguntas correctas de hacer? Jesús proveyó un buen punto de partida cuando resumió los dos mandamientos más grandes: (1) amar a Dios con todo nuestro ser, y (2) amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Mateo 22: 34-40). De estos dos mandamientos podemos hacer cuatro preguntas básicas para ayudarnos a crecer en nuestra relación con Dios.
¿Qué Aprendemos Acerca de Dios?
Dios es el personaje principal de la Biblia, el héroe de la historia. Así que tiene sentido que la primera pregunta que hacemos es lo que aprendemos acerca de él. La Escritura revela que Dios está en al menos tres maneras diferentes.
Primero, nos muestra su carácter, o sus atributos. A veces la Biblia dice esto directamente (por ejemplo, Isaías 6:3). Otras veces usted necesita inferir verdades sobre su carácter (por ejemplo, 1 Reyes 22:1-40). Incluso en un libro como Esther, donde Dios nunca se menciona directamente, hay mucho que aprender sobre él.
Segundo, la Biblia nos muestra la conducta de Dios. Lo que vemos que Dios hace en un pasaje nos dice quién es. Un buen ejemplo es el Salmo 23, que describe varias cosas que Dios hace para su pueblo: conducir, restaurar, consolar, preparar y ungir. Prestar atención a lo que Dios está haciendo en un pasaje nos ayuda a crecer en nuestra comprensión de Dios.
Tercero, las Escrituras revelan las preocupaciones de Dios. A través de toda la Biblia, Dios revela a las personas ya las cuestiones que le preocupan, como las que están al margen de la sociedad (por ejemplo, Éxodo 22:21-22). Estas preocupaciones nos dan una ventana en el corazón de Dios para todas las personas.
Al buscar el carácter, la conducta y las preocupaciones de Dios, asegúrese de mantener los ojos abiertos para las tres personas de la trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo (por ejemplo, Mateo 28: 18-20).
¿Qué Aprendemos Sobre la Gente?
Cada pasaje tiene algo que decirnos sobre la humanidad. Vamos a abordar esta cuestión desde tres ángulos diferentes.
El primer ángulo es observar en el texto aspectos de lo que significa ser creado a imagen de Dios (Génesis 1:26-28).¿Qué anhelos o deseos revela el pasaje que son expresiones de ser hechos a imagen de Dios?
El segundo ángulo es buscar la condición (es) caída (s) que expone. La condición caída se refiere a las creencias, actitudes, sentimientos, acciones o tendencias pecaminosas mencionadas o implícitas en el texto (por ejemplo, Proverbios 6:16-19). Como criaturas caídas experimentamos los mismos tipos de tentaciones y batallas con la idolatría descritas en el texto, aunque tomen diferentes formas en nuestras vidas hoy en día.
El tercer ángulo es buscar lo que nuestra vida debe ser como personas redimidas. Dios nos llama a vivir de cierta manera, tanto como individuos y como un cuerpo de creyentes (Hechos 2: 42-47). Con frecuencia, un pasaje describirá u ordenará cómo debe ser esta vida común.
¿Qué Aprendemos Acerca de Relacionarnos con Dios?
Amar a Dios con todo nuestro ser toma muchas formas. Un buen lugar para empezar es considerar porque debemos alabar a Dios (por ejemplo, 1 Pe 1:3-5). A menudo esto fluirá de lo que aprendemos acerca de Dios: su carácter, conducta y preocupaciones.
En segundo lugar, reflexione sobre el pecado que necesita confesarse y arrepentirse (1 Juan 1:5-9). Considere las maneras en que usted ve la condición caída actuando en su vida y confiese eso a Dios. ¿Qué pasos tangibles de arrepentimiento necesitas tomar a la luz de lo que el Espíritu te ha mostrado?
Finalmente, busque las promesas que usted necesita para creer (2 Pedro 1:3-4). Piense en qué aspectos del evangelio están presentes en el pasaje y cómo Dios quiere transformarle a través de él.
¿Qué Aprendemos Acerca de Relacionarnos con los Demás?
Dios nos hizo para estar en comunidad unos con otros. Él nos hace parte del cuerpo de Cristo y nos llama a ser una luz para los que nos rodean. Dios ha puesto a las personas a nuestro alrededor con las que debemos interactuar: familia, amigos, compañeros de trabajo, compañeros de clase, vecinos, etc. Algunos son creyentes, otros no. A pesar de todo, la Biblia tiene mucho que decir acerca de cómo debemos interactuar con otros (por ejemplo, 1 Ped. 2:11-25).
Dado que el conflicto en este mundo caído es inevitable, considere lo que el pasaje enseña acerca de la reconciliación con los demás. Dios nos llama a "vivir pacíficamente con todos" si es posible (Romanos 12:18). ¿Hay alguien con quien usted necesita reconciliarse o ayudar a reconciliarse con alguien más?
La Biblia a menudo muestra y nos dice maneras de servir y cuidar a los demás. Busque mandamientos directos y ejemplos de cuidado de otros, tales como la bondad de David mostrada a Mefiboset (2 Sam. 9:1-13).
Recuerde, la meta final de leer la Biblia es tener nuestras vidas transformadas por Dios, de manera que nos asemejemos a nuestro Señor Jesús. Hacer estas cuatro preguntas sencillas centra nuestra atención en el mensaje principal de la Biblia y nos prepara para aplicar verdades bíblicas a nuestras vidas de manera significativa. ¿Por qué no intentarlo usted mismo?
Matthew S. Harmon (PhD, Colegio Wheaton) es profesor de estudios del Nuevo Testamento en Grace College and Theological Seminary en Winona Lake, Indiana.