La Organización de las Naciones Unidas busca imponer el aborto como un derecho fundamental, retrayendo los derechos humanos de los no nacidos. Asimismo, la eutanasia también forma parte de la agenda.
“Todo ser humano tiene derecho inherente a la vida. Este derecho debe ser protegido por la ley.”, según detalla el artículo 06 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Los promotores de la famosa ideología de género y de los, cínicamente llamados, “Derechos reproductivos” a nivel mundial, busca excluir el derecho inherente a la vida, que elimina la naturaleza del ser humano, que es vivir.
El aborto y la eutanasia, se convertirían en derechos fundamentales y generaría que los países aseguren un acceso protegido a la interrupción del embarazo y a los enfermos sin esperanza de vida.
Países como: Estados Unidos, Rusia, Polonia, Australia, Egipto y Malta entre otros, mostraron su rechazo absoluto a la modificación porque atentaría contra la vida de las personas.
“La vida de todo ser humano, en toda etapa de su desarrollo, y la dignidad inviolable de una persona comienza en el primer momento de su existencia.”, declaró el gobierno de Polonia.
Asimismo, los congresistas y senadores estadounidenses enviaron un documento al comité señalando que tienen el firme compromiso de defender los derechos humanos del más débil, del indefenso, del no deseado, del vulnerable de abusos y violencias.
