Los palestinos fueron los primeros en tomar las calles tras el reconocimiento de Jerusalén como la capital israelí, un golpe potencialmente fatal para sus futuras ambiciones de estadidad.
Protestas contra EE.UU. estallaron en todo el mundo musulmán, unido en su apoyo a la causa palestina, casi inmediatamente después de que Donald Trump reconociera oficialmente Jerusalén como la capital de Israel y anunciara el traslado de su embajada desde Tel Aviv.
Los palestinos fueron los primeros en tomar las calles tras el reconocimiento, un golpe potencialmente fatal para sus futuras ambiciones de estadidad.
Cientos de jóvenes enfurecidos quemaron neumáticos y banderas estadounidenses en protestas espontáneas en toda la Franja de Gaza, gritando lemas como "Muerte a EE.UU.", "Muerte a Israel" y "Derrotemos a Trump".
Multitudinarias manifestaciones se produjeron también en Cisjordania, donde los manifestantes quemaron imágenes de Trump.
Mientras tanto, en Turquía, donde el presidente Recep Tayyip Erdogan amenazó con cortar las relaciones diplomáticas con Israel, miles de manifestantes protestaron en todo el país.
En Estambul, varios cientos de personas se reunieron frente al consulado de EE.UU. gritando consignas contra Trump mientras arrojaban objetos a la misión diplomática. Muchos llevaban carteles y pancartas con mensajes de apoyo a la causa palestina.
Los manifestantes también se congregaron frente a la Embajada estadounidense en Ankara, donde declararon que la causa palestina es un problema básico para todos los musulmanes. Protestas similares también tuvieron lugar en varias provincias turcas.
"EE.UU. es la madre del terror", gritaron los manifestantes que se reunieron el miércoles en la capital jordana, Amán. Jordania, que cuenta con una importante población de refugiados palestinos, condenó la medida con marchas de solidaridad que tuvieron lugar en los campamentos palestinos de Al Wahdat, Baqaa y Hitin, así como en la ciudad de Maan, en el sur del país.