La mutación de la iglesia evangélica a lo largo de los últimos años es evidente. Fundamentos que antes eran irreductibles hoy se alteran a fin de moldearse al hedonismo, es decir, a los placeres humanos.
Esta problemática se aborda como punto central en la nueva obra del teólogo Douglass Suckow, formado por el Centro Universitario Internacional (Uninter) y pastor en la Iglesia Metodista Wesleyana de Porto Velho, en Rondônia.
El libro digital se llama “La Iglesia Frankenstein – Parece Pero No es”, haciendo alusión al personaje que fue creado con diferentes partes de un cuerpo. El monstruo, como se hizo conocido, podía incluso hacerse con fragmentos humanos, pero aún no era un hombre en su esencia.
Esta reflexión se extiende a las iglesias que debido a la inserción de diferentes principios acaban perdiendo su verdadera razón de existir.
“Comencé a notar que el mundanismo fue introducido en el ambiente de la iglesia en las más variadas denominaciones. Hay una necesidad de mantener a las personas entretenidas”.
“Además, las predicaciones están muy hedonistas, siempre orientadas hacia el placer humano, en detrimento de agradar a Dios a través de la obediencia a su Palabra. El poder que la iglesia ya tuvo se está desvaneciendo”, declara el autor.
El libro de 55 páginas está destinado a cualquier persona que tenga interés en reflexionar sobre la iglesia del siglo XXI. En él, se expondrán temas importantes como: doctrina de los apóstoles y de Jesús, la comunión, el partir del pan, las oraciones y el temor a Dios.
“Se trata de una crítica propositiva al modelo actual de la conciencia de SER iglesia. No es una crítica institucional, sino a las conciencias de las iglesias. Creo que será muy importante para animar a la gente a volver a los orígenes predicados por Cristo”, subraya Suckow.