La víctima es Yerson Eladio Aponte Sequera (17 años) y los presuntos implicados, dos primas, un vecino y el padre de este.
La discusión con unos vecinos por500.000 bolívares (poco más de dos dólares en el mercado paralelo) terminó con el asesinato de Yerson Eladio Aponte Sequera, un adolescente de 17 años en la ciudad de Valencia, en Venezuela, cuyos restos fueron descuartizados, cocinados y comidos.
El truculento caso, sucedido el pasado miércoles en la parroquia Negro Primero de la citada localidad del estado Carabobo, fue revelado por medios locales.
Según «Notitarde», el joven recibió un golpe en la cabeza con un tubo y a continuación su cuerpo fue cortado en pedazos, señala la información publicada. Después, los homicidas cocinaron y se comieron la piel y músculos de su víctima, explica.
De acuerdo con «Notitarde», «después de tan macabros actos procedieron a enterrar los huesos en una fosa al lado de una quebrada».
Según este medio, la información fue ofrecida por los familiares del joven asesinado que se encontraban en los alrededores de Valencia, que precisaron que el hecho se registró en el sector El Muerto de dicha parroquia el pasado miércoles.
De acuerdo con «El Carabobeño», los presuntos involucrados en el homicidio son dos primas de la víctima de 15 y 16 años, un vecino de 17 y el padre de este último, un hombre de unos 40 años. Estos habrían confesado a los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas todo lo ocurrido, informa.
Según señalaron los familiares de Aponte Sequera, en casa del joven se inició una discusión por el dinero. Mientras él daba sus argumentos a dos que tenía de frente, el adulto le dio con un tubo por la parte de atrás de la cabeza que lo hizo caer al suelo inconsciente.
Los tres adolescentes y el adulto se lo llevaron a su casa y allí lo remataron, señala la información de «El Carabobeño». Cortaron su cuerpo en pedazos y luego lo quemaron. Supuestamente, las partes con mayor cantidad de carne, es decir las mejillas, los brazos, los glúteos y los muslos, fueron cortadas a ras de los huesos, las asaron y se las comieron, continúa.
Este medio añade que durante medio día los autores del crimen estuvieron quemando los huesos para tratar de convertirlos en cenizas, pero como no lo consiguieron, los enterraron en una zona cercana a una quebrada.
El adolescente se dedicaba a la agricultura y por razones desconocidas tuvo la acalorada discusión con un vecino y el hijo adolescente de éste, con quienes tenía una gran amistad. «Sabemos que discutieron por 500.000 bolívares, pero no sabemos quién los debía, ni quién quería quedarse con ese dinero», señala la familia, citada por este medio.
Debido a que el muchacho de 17 años desapareció desde el mismo miércoles, sus allegados comenzaron a buscarlo. Hasta la tarde del viernes no se encontraron los restos enterrados en la fosa.
Localización del padre e hijo sospechosos
Los parientes y vecinos encajaron los detalles sobre la desaparición hasta que localizaron al padre e hijo sospechosos, quienes se vieron presionados a confesar lo ocurrido, después de lo cual denunciaron los hechos a la Policía científica.
Los presuntos homicidas fueron detenidos y conducidos hasta el lugar donde habían sido enterrados los huesos.
También «se hallaron restos de la fogata que hicieron para cocinar la carne humana y comerla antes de que la misma se descompusiera y alertara de algo muerto en el sitio con la llegada de los zamuros».