Ambos factores contribuyen a una posible desoxigenación oceánica catastrófica, vinculada con la acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera.
Las erupciones volcánicas y la actividad humana pueden contribuir a incrementar los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera de forma catastrófica, drenando así el oxígeno de los océanos y provocando la consecuente extinción masiva de organismos marinos, sugiere una investigación realizada por expertos de la Universidad Estatal de Florida (EE.UU.).
Para anticipar las posibles consecuencias desastrosas del cambio climático asociado a la desoxigenación oceánica, los científicos han analizado cómo poderosos volcanes en erupción llenaron la capa atmosférica de dióxido de carbono (CO2) hace millones de años, alterando drásticamente el medio ambiente y condenando así a numerosas especies a su desaparición.
Factor antropogénico
El propósito del estudio fue "comprender de qué manera el vulcanismo", que puede estar vinculado con las emisiones antropogénicas modernas de CO2, "se manifiesta en la química del océano y los fenómenos de extinción", expresa Jeremy Owens, profesor asistente del Departamento de Tierra, Océano y Ciencia Atmosférica, y uno de los autores del trabajo.
Los investigadores se centraron en el estudio del fenómeno conocido como Evento Anóxico Oceánico del Toarciano (T-OAE), un periodo del Jurásico Inferior caracterizado por una desoxigenación oceánica global acompañada de una extinción masiva de especies marinas.
¿Una nueva extinción masiva?
¿Pudo ese cataclismo ser un precursor de la pérdida de oxígeno que observamos hoy en nuestros océanos? ¿Experimentaremos un proceso igualmente de catastrófico como esta extinción masiva?, se pregunta Owens.
La fase inicial de desoxigenación vino entonces precipitada por una actividad volcánica masiva, proceso que trae asociadas consecuencias similares a las que genera la emisión industrial de dióxido de carbono de la época contemporánea.
Adaptarse o morir
Sin importar el periodo de la historia de nuestro planeta que se considere, cuando se observa un rápido incremento de dióxido de carbono, "el resultado tiende a ser muy similar: un evento de extinción masiva", detalló el investigador postdoctoral Theodore Them, autor principal del trabajo.
"Si eres un organismo que consume oxígeno, no querrás ver grandes cambios en los niveles de oxígeno marino", precisó Them. "O bien te adaptas, o te extingues", concluye.