Según God Reports, en un viaje misionero de la organización cristiana Jesus Film, se dio a conocer el excepcional caso de una iglesia en Kenia, cuyo terreno ha sido prestado por un musulmán que, a pesar de la intolerancia contra los cristianos en la zona, está abriendo poco a poco su corazón a Jesucristo.
Con mucho esfuerzo, ayuno y oración, un pequeño grupo de cristianos había abierto una iglesia en la costa de Kenia, sin embargo, extremistas musulmanes la quemaron. Tuvieron que reubicarse y el Señor tocó el corazón de un musulmán, quien permitió que se levante una pequeña Casa de Dios en su terreno.
Erik Laursen y otros misioneros estadounidenses llegaron hasta la zona e ingresaron al pequeño templo de adobe, se unieron a la multitud que había ido a buscar a Dios y empezaron a cantar himnos, oraron unánimes y experimentaron la hermosura de habitar los hermanos juntos en armonía.
Los misioneros conocieron a la iglesia y oraron por los nuevos cristianos que acaban de abandonar el islam para abrazar la fe en Cristo. Al finalizar el culto, se encontraron con un anciano musulmán llamado Mohammed, dueño del terreno donde se encuentra el templo.
Mohammed comparte que tenía varias ofertas de personas que querían comprar su terreno, pero que sintió dárselo a la iglesia. Incluso los líderes de su comunidad le prohibieron que los cristianos usaran su terreno, pero él se resistió alegando que los seguidores de Jesús son personas muy honorables.
“¿Cuándo te volviste cristiano?", le preguntó Erik a Mohammed, y él respondió: "Todavía no lo he hecho, ¡pero lo haré!". "¿Lo harás?¿Cuándo? Hoy es un buen día, ¿por qué no hoy?", le preguntó Erik. "Hoy no, me estoy preparando, pero será muy pronto", afirmó Mohammed.
Quizá la razón por la cual Mohammed aún no entrega su vida a Cristo sea porque toda su familia probablemente sería ridiculizada y sufriría persecución por parte de la comunidad. Oremos para que Mohammed le entregue su corazón a Jesús y para que Dios siga transformando vidas en Kenia.
