Más de 170 sismos azotan Indonesia tras el terremoto y el tsunami que mataron a más de 400 personas
844 víctimas mortales confirmadas como consecuencia del sismo y el tsunami que azotaron ese país el pasado 28 de septiembre.
La Cruz Roja ha confirmado este 2 de octubre que 34 estudiosos de la Biblia fallecieron en una iglesia y otros 52 permanecen desaparecidos a causa del terremoto que azotó el pasado viernes Indonesia, informa AFP.
El pasado viernes, un fuerte terremoto seguido de un tsunami sacudieron la nación asiática, dejando al menos 844 víctimas mortales confirmadas. Las autoridades indican que la cifra de fallecidos podría aumentar a medida que los rescatistas vayan adentrándose en las zonas más remotas. Informaciones difundidas por los medios ya apuntan que podrían ser miles los muertos por causa del desastre.
Los residentes, declararon: "Muchos cadáveres están diseminados en la playa y flotando en la superficie del mar".Aseguró que había identificado víctimas entre los escombros.
Un funcionario aseguró que el tsunami "ocurrió cuando aún tenemos dificultades para recolectar datos de nueve pueblos afectados por el primer terremoto", declaró a The Associated Press. "La gente salió corriendo en pánico".
Las mujeres y los niños lloraban histéricamente en un video distribuido por la agencia de desastres, que también publicó una foto que mostraba una tienda departamental muy dañada. "Fue tan fuerte. El más fuerte que he sentido Todos nos quedamos sin edificios ", dijo Yanti, una ama de casa de 40 años de Donggala.
"Todas las cosas en mi casa se tambaleaban", dijo otro residente de Donggala, Mohammad Fikri. Mohammad aseguró por teléfono que salió corriendo de su casa pero que en su vecindario no había cundido el pánico. "Todas las cosas en mi casa se movían y el terremoto dejó una pequeña grieta en mi pared", dijo. "Pero esta no fue la primera vez. La semana pasada sentimos un terremoto que provocó un temblor más fuerte, así que esta vez no nos asustamos, simplemente evitamos los edificios y ahora todo ha vuelto a la normalidad", dijo Fikri.
Un controlador de tráfico aéreo que se quedó atrás para asegurarse de que despegaba un avión de pasajeros está entre las primeras víctimas.Sus colegas habían evacuado la torre cuando sintieron los terremotos pero Anthonius Gunawan Agung, de 21 años, se quedó atrás para asegurarse de que un avión Batik despegaba con seguridad. Anthonius murió después de saltar de la torre de control de tráfico en el aeropuerto de Palu cuando creyó que se estaba derrumbando.
Yohannes Sirait, portavoz de Air Navigation Indonesia, dijo que potencialmente había salvado la vida de las cientos de personas que estaban a bordo del avión, perdiendo la suya en el proceso. Sus colegas le rindieron homenaje en Twitter, compartiendo fotos del Sr. Agung y soldados que llevaban su cuerpo cubierto.
Por otro lado, más de la mitad de los 560 reclusos en una prisión de Palu huyeron después de que sus paredes colapsaron durante el sismo del viernes, dijo su director, Adhi Yan Ricoh. "Fue muy difícil para los guardias de seguridad impedir que los reclusos huyeran, ya que estaban aterrados y tuvieron que salvarse a sí mismos también", dijo a la agencia estatal de noticias Antara.
Ricoh dijo que no había un plan inmediato para buscar a los reclusos porque el personal de la prisión y la policía se consumían con el esfuerzo de búsqueda y rescate. "Ni siquiera piensen en encontrar a los internos. Ni siquiera tenemos tiempo para reportar este incidente a nuestros superiores".
Mientras tanto los hospitales están desbordados. El doctor Komang Adi Sujendra, director del Hospital Undata en Palu buscaba la ayuda del público después del terremoto. "En este momento, en nuestro hospital, la electricidad está fuera de Palu, las carreteras están rotas, la red telefónica no funciona", dijo en un video publicado en Twitter. "Estamos esperando cualquier ayuda. Necesitamos carpas, medicinas, lienzos, enfermeras ..."
LICUACION DEL SUELO:
Lo que los expertos llaman "licuación del suelo" podría haberse convertido en un elemento añadido de la tragedia que sacudió este viernes a la región norteña de las Islas Célebes y haber incrementado la carga de víctimas mortales que provocóel seísmo de 7,5 y el posterior tsunami que golpeó la costa de ciudades como Palu.
Según el diario 'The Jakarta Post', cerca de 2.000 personas podrían haber fallecidosólo en los distritos de Petobo, ubicado a unos 10 kilómetros de Palu, y en otro zona sita al oeste de esa ciudad, bajo la furia de este peculiar fenómeno.
El medio citó a uno de los supervivientes, Yusuf Hasmin, de 45 años, que dijo que los habitantes de esa zona intentaron escapar de la avalancha que llegó "en oleadas".
El medio de comunicación indicó que el área al oeste de Palu se "hundió por completo" al desmoronarse el terreno y transformarse en un lago viscoso.
El portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Sutopo Purwo Nugroho, reconoció que habían confirmado la aparición de "licuación del suelo" en "al menos cuatro localidades como Sigi, Petobo y en el sur de Palu".
"El terremoto incrementó la presión del agua al tiempo que la tierra perdía su consistencia. Por eso se transformó en líquido", explicó Harry Tirto Djatmiko, otro de los responsables de los equipos de rescate.
"Hay vídeos en los que parece que las casas y los árboles están corriendo. Es un fenómeno natural", le secundó el citado Sutopo.
Aunque inusual, este no es el primer caso en la historia reciente en el que se constata la aparición de este proceso. Terremotos como el que sacudió a la ciudad japonesa de Nigata en 1964 asistieron al mismo incidente. En este caso concreto la licuación del suelo destruyó cerca de 2.000 viviendas, incluidos enormes bloques de apartamentos.
Lo mismo pasó en Nueva Zelanda en 2011 y en Pohang, en Corea del Sur, en 2017.
La situación en el norte de las Islas Célebes continúa sumida en el caos hasta el punto de que la población ha protagonizado algunos saqueos de comercios y al menos un camión de combustible. Las fuerzas de seguridad han anunciado que piensan agrupar muchos de los cadáveres que han comenzado a pudrirse al aire libre para enterrarlos en una fosa común este lunes.
Las autoridades indonesias han elevado este lunes a 844 la cifra de muertos por los terremotos y el tsunami en la isla de Célebes, pero han advertido de que todavía hay "cientos de víctimas" enterradas.
"La mayoría de los cadáveres han empezado a pudrirse de manera que vamos a enterrarlos en fosas comunes lo más rápido posible para evitar que el riesgo de enfermedades epidémicas", precisó el general Dedi Prasetyo.
El mismo uniformado aclaró que la policía ha enviado refuerzos a la zona para poner coto a los asaltos a establecimientos privados "de la gente que necesita comida".
Las autoridades siguen sin poder ofrecer una estimación fiable del posible coste en número de víctimas mortales, aunque el vicepresidente del país, Jusuf Kalla, observó que la cifra final podría ser de "miles", por encima de los 832 que registró la contabilidad oficial en la mañana del domingo.