Sin duda alguna que la obra maestra de Lutero fue la traducción de la Biblia al idioma vernáculo. Con esta Biblia le dio la oportunidad a la iglesia alemana a que estudiasen la palabra de Dios en su propio idioma. La definición de vernácula en su sentido etimológico es natural u originario del lugar donde nace. En latín: vernaculus, nacidos en su casa. Es decir, la Biblia con la que los creyentes podían entender bien el mensaje de Dios. No por otra cosa, sino porque estaba escrita en el idioma que ellos bien conocían.
Esta fue otra forma de presentar resistencia al autoritarismo de la iglesia tradicional quien imponía el uso de la Vulgata en la misa y cualquier otra actividad religiosa. Después que Jerónimo tradujo la Biblia Vulgata de la Septuaginta, esta Biblia pasó a ser parte importante en el uso de la liturgia de la iglesia. Además, las homilías y todo el desarrollo litúrgico de la iglesia eran en latín, el idioma principal del Imperio romano. En la liturgia el sacerdote estaba de espaldas a la congregación, especialmente el momento de presentar la homilía. Los feligreses no entendían nada de lo predicado por el sacerdote a no ser que manejasen el idioma latín. Sin embargo, en su gran mayoría los feligreses no eran letrados.
Contra todo este sistema de adoración fue Lutero y recuperó la importancia de que todos los santos tuviesen una Biblia en su propio idioma para leer en la intimidad del hogar. Claro que el hecho de que la imprenta fuera creada en esta misma época ayudó a que la Biblia fuera difundida rápidamente entre el pueblo alemán. Además, el acto altruista de producción de la Biblia al idioma Vernáculo impulsó e inspiró la traducción de otras Biblias en otros países influenciados por la Reforma Protestante. De hecho, el latín fue por muchos siglos el idioma no vernáculo ya que era el que se hablaba en Europa y donde la Iglesia Católica Romana ejercía influencia. Por eso el hecho de que Lutero tradujera la Biblia al idioma del pueblo lo hace en buena medida el hombre que pensó en los feligreses más que en la cúpula de la iglesia. Inspirados por el reformado más adelante se escribieron Biblias como la King James, La Biblia del Rey Santiago, la Reina-Valera o la Biblia del Oso. Esta logró ese nombre por la figura de un oso en la portada.
Ya para 1529 la Reforma Protestante había tomado fuerza por el norte y el este de Europa y Lutero había traducido el Catecismo Menor y Mayor, un clero propio. Para esta fecha la iglesia protestante había crecido en gran número por la providencia de Dios, planteando la necesidad de material didáctico para preparar a la feligresía. Además, el prestigio de la nueva orden eclesiástica, permitió convertir a Wittenberg en un centro intelectual y teológico de primer nivel.
Por otro lado, el hecho de que Lutero propusiese la separación de los príncipes de la autoridad de la iglesia, le trajo mayor aceptación entre el pueblo y la monarquía. Para eso hay que entender que los príncipes estaban desesperados por deshacerse de la influencia de Roma lo más pronto y lo más pacíficamente posible. Vieron en los escritos de Lutero un respiro para sus ambiciones políticas y religiosas. Roma se había convertido en la fuerza opresora del estado y la cristiandad. Entonces la reforma pasó a ser un asunto más de los príncipes prestando su apoyo, que de eclesiásticos buscando establecer un nuevo orden religioso. De hecho, en parte, el avance de la Reforma Protestante fue porque los reformadores recibieron protección directa de los príncipes para que el orden Romano no les alcanzase y asesinase. Pero también, no debemos perder de vista que el tiempo de Dios había llegado para cambiar el rumbo de la iglesia. Cuando el tiempo de Dios llega, no hay fuerza humana ni espiritual que pueda detener lo que Dios ha determinado que suceda.
Debido al peligro que corría por la persecución que se había levantado contra él. Martín Lutero fue protegido por el príncipe Federico III de Sajonia en su castillo mientras pasaba la tormenta. Por diez meses estuvo recluido en el castillo bajo la protección del príncipe y donde tuvo la oportunidad de trabajar en la traducción del Nuevo Testamento al alemán. Esta obra fue publicada cuando era el año 1532 y Philipp Melanchton y otros pensadores ayudaron para que toda la Biblia fuera producida y distribuida entre el pueblo. Gracias a esta obra que unificó los dialectos alemanes y de donde se derivó lo que hoy se conoce como el alemán moderno. Junto con la publicación de la Biblia también se publicó la Confesión de Augsburgo que le agregaría a la fe luterana otras doctrinas protestantes. Además, a petición del príncipe Federico de Sajonia, Martín Lutero preparó los “Artículos de Esmalcalda”, donde presenta un resumen de su pensamiento reformista.