Asia Bibi es una más de las personas que han sido condenadas a muerte en ese país por blasfemia, pero se convertiría en la primera en ser efectivamente ejecutada si su apelación falla.
Varios miles de personas han salido a las calles de Pakistán para exigir que Asia Bibi sea ejecutada. La mujer se encuentra a la espera del resultado de su apelación tras haber sido condenada a muerte por blasfemia.
La ciudad de Lahore fue el centro de las protestas de este viernes, organizadas por el partido de ideología islámica Tehreek-e-Labaik Pakistan (TLP). Las manifestaciones también se llevaron a cabo en otras ciudades del país, como Karachi y Rawalpindi.
Bibi, una obrera cristiana y madre de cinco hijos, había sido acusada de blasfemia contra el profeta Mahoma en 2009 luego de un incidente ocurrido cuando fue por una taza de agua a un pozo durante un día caluroso de recolección de frutas.
Según recuenta en su autobiografía, unas mujeres musulmanas con las que trabajaba le llamaron "cristiana sucia" tras haber recogido agua del pozo, y le aconsejaron convertirse al islam. Bibi entonces pronunció unas palabras por las que fue condenada a muerte por ahorcamiento un año después.
"No voy a convertirme. Creo en mi religión y en Jesucristo, quien murió en la cruz por los pecados de la humanidad. ¿Qué hizo su profeta Mahoma para salvar a la humanidad? ¿Y por qué debería ser yo la que se convierta en lugar de ustedes?", aseveró.
Desde entonces, la mujer sufre la suerte de otras personas que también han sido condenadas a la pena capital por blasfemia en ese país. Sin embargo, ninguna de ellas ha sido efectivamente ejecutada por ese cargo al día de hoy.