El director del cortometraje, por su parte, asegura que fue una acción deliberada, con la intención de "provocar una conversación alrededor del tema".
Un 'spot' que muestra a Jesucristo crucificado inscribiéndose para la donación de órganos tras una propuesta de los soldados romanos no se emitirá en la televisión australiana, luego de que una petición para retirar el anuncio "blasfemo" recibiera más de 21.000 firmas.
El video, de 2,5 minutos, fue publicado en YouTube el 14 de octubre e inmediatamente provocó una ola de ira e indignación en línea, con muchos cristianos calificándolo de "despreciable" y "ofensivo".
En la grabación se puede observar a dos soldados romanos que se acercan a Jesús cuando está crucificado y le preguntan si se ha registrado para la donación de órganos. Luego le explican cómo es el programa y lo alientan a inscribirse en línea, para que pueda salvar "hasta siete vidas".
Los soldados, que parecen muy tranquilos durante la conversación, dicen que ya han llenado el formulario para Jesús, por lo que solo necesita tocar la pantalla para completar el proceso de registro. Luego le extienden un teléfono inteligente con la punta de una lanza. Antes de que se complete el registro, los romanos le recuerdan que su familia debería estar de acuerdo con la decisión. Sus padres terrenales, José y María, aprueban con entusiasmo la causa.
El anuncio concluye con los soldados tomándose una 'selfie' con Jesucristo crucificado y con el lema: "Haz lo que Jesús haría".
El director del cortometraje, Richard Bullock, por su parte, asegura que fue una acción deliberada, con la intención de "provocar una conversación en los hogares alrededor del tema", informa el portal Premier.
Mientras tanto, los comentaristas enojados acusaron a Bullock de realizar un "truco publicitario", calificando al anuncio como "insensible" y de usar la figura de Jesús como un insulto a la religión cristiana.
"La donación de órganos es una buena causa, no tengo ningún problema con la causa, pero sí tengo un problema con este anuncio. No es tan gracioso, pero sí innecesariamente irrespetuoso", escribió un internauta.
La ira social fue tan grande, que hace una semana la enfermera quirúrgica australiana Dane Craill creó una petición en la plataforma Charge.org para buscar la prohibición del anuncio, argumentando que es "altamente despectivo", a pesar de su causa benévola. Para el momento de la publicación de este artículo la petición recibió más de 21.000 firmas.