El profesor TIMOTEO GLASSCOCK participa mañana en la presentación del libro "La Reforma Protestante y la Biblia del Oso" en el Liceo.
Con motivo del quinto centenario de la Reforma Protestante y de los 450 años de la Biblia del Oso, la Iglesia Evangélica de los hermanos de Ourense ha preparado un 2019 conmemorativo.
Además de presentar el primer sello protestante en la historia de España, el próximo 14 de enero, el Liceo acogerá mañana una conferencia alrededor del volumen "La Reforma Protestante y la Biblia del Oso". En la actividad participarán el profesor Timoteo Glasscock y el catedrático de Historia de la UVigo, Jesús de Juana. Glasscock (Inglaterra, 1947) llegó a Galicia hace más de 30 años, después de casarse con Elena Gil, natural de Marín. Llegó con ella para ayudar al pastor de la iglesia evangélica de su mujer y se quedaron.
Además de intervenir en la conferencia, usted es uno de los coautores del volumen.
Sí, tomé parte del proyecto y escribí uno de los capítulos. Como soy inglés, me propusieron escribir sobre algunas de las figuras principales de la Reforma Protestante, pero fuera de España. Hablé de los reformadores ingleses, alemanes, suizos, algún francés.
¿Cuál era la idea principal del encargo?
Hablar un poco de la Reforma, a muy grandes rasgos porque es un tema muy amplio, a través de biografías muy breves de algunos de los representantes no españoles.
¿Cuánto tiempo le dedicó a la investigación?
Es un poco difícil saberlo. Para el artículo dediqué un par de semanas de trabajo intensivo, pero con el trasfondo de haber leído mucho sobre la Reforma desde hace mucho tiempo, especialmente desde el año 2017.
Como protestante, ¿qué le aporta descubrir más sobre la Reforma?
Nuestras raíces en la Reforma son importantes para explicar nuestra razón de ser como grupo religioso propio. De hecho, el trasfondo religioso que yo tengo sería algo ligado con el ala izquierda de la Reforma, con los que llamaron anabaptistas.
¿Qué defendían?
Insistían en que el bautismo era para personas que ya habían creído, por lo que descalificaban el bautismo de niños. Decían que los más pequeños no podían tomar un paso de fe propio por no entender nada. Bíblicamente se ve que primero vino la confesión de fe de Cristo y luego el bautismo. En eso diferían de Lutero y de Calvino, que no tenían la misma insistencia, ellos reconocían el bautismo de niños. El grupo al que yo pertenezco, las Asambleas de Hermanos, reflejan este concepto.
¿A qué edad se bautizó usted?
Creo que tenía 14 años en aquel momento. Nací en una familia cristiana, mis padres me llevaron a la iglesia desde siempre, pero solicité el bautismo sobre los 14 años, cuando ya entendía lo que decía el Evangelio. En nuestra iglesia de Marín hay muchos adolescentes que suelen bautizarse en este baremo de tiempo, entre los 13 a los 18 años, que es cuando uno fija sus propias ideas.
¿Cree que en España la Reforma es algo desconocido?
Sí. La historia de Europa está estrechamente ligada a la Reforma, sobre todo en el norte, ya que produjo cambios radicales. Pero el sur permaneció fiel a la Iglesia Católica y en España la Reforma nunca caló. Los protestantes siempre hemos sidos tachados de herejes por el cristianismo católico.
¿Los miran con lupa?
Tenemos esta impresión de que el protestantismo y la Reforma se miran detrás de unas gafas muy oscuras. No se puede decir que toda la Reforma fue positivo, hubo conflictos en Alemania, los seres humanos metemos la pata, sea cual sea la expresión de nuestra vida religiosa.
Actos como el de mañana promueven el entendimiento entre religiones.
Sí, es un intento de explicar distintos aspectos de la Reforma desde una perspectiva protestante, pero ofrecer la posibilidad de que la gente pueda tener una visión distinta de la tradicional. Y que luego cada uno sopese y llegue a sus propias conclusiones.