UGANDA. – Los musulmanes en el este de Uganda invadieron una iglesia en una aldea y derribaron un templo en otra, reporta el Morning Star News. Ahora el pastor de la iglesia de Budaka y su esposa, que han visto todo su trabajo de años tirado al suelo en cuestión de minutos temen que sus vidas puedan estar en peligro.
Débora Gimbo cuenta que fue atacada la tarde del 20 de diciembre mientras oraba sola en su casa.
Ella hace reuniones de oración con otras mujeres cristianas regularmente y cuenta que los extremistas islámicos les prohibieron invocar el nombre de Jesús.
“Hoy hemos venido para advertirle que usted debe evitar oraciones altas y el uso del nombre Issa [Jesús] en sus oraciones”, dijeron los cuatro hombres que invadieron su casa. Según ella, el líder musulmán local viene amenazando que todos los que no adoran sólo a Alá deben ser muertos.
“Yo respondí:” No puedo parar de orar, y más aún, Issa / Jesús es mi Señor y Salvador, y voy a seguir orando en su nombre”, a×rmó Gimbo al Morning Star News. “Al oír esto, dos hombres que estaban armados con pedazos de palo empezaron a golpearme.
Fui golpeada en la cara y empecé a gritar por socorro. Sólo cuando mis vecinos llegaron, se marcharon”, relata.
En un hospital del distrito de Budaka, Débora quedó internada dos días, con heridas graves.
Enemigos del cristianismo
En la aldea de Kibenga, a unos 25 kilómetros de distancia, Simon Mustafa Waseke, un ex musulmán que pasó a seguir a Cristo en 2017 venía siendo amenazado de muerte por predicar el nombre del Hijo de Dios, pero siguió adelante. En poco tiempo inició una iglesia que actualmente contaba con 35 miembros. Todos abandonaron el islam y sufrieron persecuciones por causa de ello.
El pastor Waseke dijo a Morning Star News que después del templo que él mismo construyó y fu derribado, los miembros temen a que sean presionados para volver al islam.
“Estoy en una encrucijada de no saber qué hacer. Mis miembros de la iglesia están esparcidos como ovejas sin pastor. Sin apoyo, tal vez la fe de ellos en Cristo disminuirá y ellos regresarán al islam.
El líder cristiano de la aldea cuenta que necesitó huir a otro lugar, pero sabe que hay planes para asesinarlo. “Los musulmanes prometieron matar a mí ya mi familia – pasamos noches sin dormir”, cuenta. “¿Por cuánto tiempo vamos a necesitar escondernos de los enemigos del cristianismo? Por favor, oren por nosotros “, pidió.
