POR MATTHEW BARRETT
La Autoridad De La Escritura
La Reforma abordó muchos temas teológicos diferentes y, como todo un movimiento, afectó una reforma para toda la iglesia. Hubo al menos dos problemas, dos doctrinas, que estaban en el centro de la Reforma.
Primero, estaba lo que se llama el “principio formal” de la Reforma o lo que también se conoce como sola scriptura. Esto simplemente significa que solo la palabra de Dios, debido a que está inspirada por Dios mismo, es la autoridad inerrante, suficiente y final en la iglesia.
Cuando Martín Lutero comienza a lidiar con los problemas de la salvación, surge otro problema de quién tiene la autoridad para decidir sobre estos asuntos. Aquí Lutero entra en un acalorado conflicto con la Iglesia de Roma porque Roma reclamó la propiedad de la tradición de la iglesia. Algunos incluso dijeron que el mismo Papa tenía la misma autoridad que las Escrituras, incluso una que era infalible.
Y Lutero dijo que por mucho que respetara la tradición de la iglesia e incluso del mismo Papa, solo la Escritura es la revelación escrita de Dios. Por lo tanto, solo la Escritura es sin error. Por lo tanto, solo la Escritura es nuestra autoridad final y suficiente para la iglesia.
Solo Mediante La Fe
Esto se convirtió en una marca definitoria de la Reforma, pero también hay un segundo principio importante de la Reforma: el “principio material” o lo que a veces se ha denominado sola fide o fe solamente.
Cuando los reformadores regresaron a la Biblia como la autoridad final, encontraron el evangelio nuevamente. Y cuando redescubrieron el evangelio de Jesucristo, llegaron a la conclusión de que uno no está bien con Dios por la gracia más las obras meritorias. En realidad, es solo por la gracia de Dios, sobre la base de lo que Cristo ha hecho únicamente, solo a través de la fe: sola fide.
Y así comenzaron a predicar la Biblia a sus congregaciones y el mensaje de que si uno está bien con Dios, no puede confiar en sus buenas obras. Las obras no tienen valor ante un Dios perfectamente santo. En vez de eso, ponga su fe sólo en Jesús.
Así que sola fide y sola scriptura se convirtieron en dos de las cinco solas de la Reforma y estas dos solas eran absolutamente esenciales para la causa de la Reforma.
