Haciendo frente a una reciente polémica que indica que los pastores no pueden hacer mención a temas de tono moral, un pastor de California ha declarado que un “púlpito que hace silencio a eso, no es un púlpito donde Dios habla”.
Shane Idleman, pastor de Westside Christian Fellowship, ha declarado que todo texto que viene de parte de Dios le ha dado un mensaje claro: no callar sino anunciar las buenas nuevas aun siendo criticado, “Soy un ávido lector de libros sobre avivamientos y despertar espirituales escritos por aquellos que realmente los experimentar. Irónicamente, muchos, si no todos, dicen que debemos predicar y proclamar la Palabra de Dios con autoridad, si queremos experimentar el verdadero avivamiento”, dice Idleman quien también es teólogo.
Pero él mismo dice que este tipo de cultura donde los pastores no deben defender su posición sobre temas como la homosexualidad o el aborto ha estado influenciando en parte de los nuevos predicadores, “La verdad sin entusiasmo, la moralidad sin emoción, el ritual sin alma, contribuyen a una Iglesia sin poder. La autoridad no es una palabra terrible y desagradable, es una palabra poderosa. Cuando Dios da autoridad a las personas para proclamar apasionadamente y con amor su Palabra, las almas se convierten, las vidas cambian y las familias son restauradas. Desafortunadamente, eso está faltando en nuestros días”, cuenta.
Según su opinión, Idleman dice que los pastores deberían mirar atrás en la historia de la Biblia y ver el gran ejemplo de hombres de Dios que con su actitud guerrera cambiaron a naciones enteras con la pasión que tenían al predicar el evangelio, “¿Dónde están los hombres con poder intransigente y autoridad en los púlpitos de hoy? Sé que hay algunos, y valoro su ministerio, pero como un todo, eso está faltando en la Iglesia. Nos falta autoridad y poder del Espíritu Santo. La predicación, en cierto sentido, sólo libera el arma de fuego que Dios cargó en el lugar silencioso, ya decía Calvin Miller. Y D. Martyn Lloyd-Jones nos enseñó que predicar es la teología que viene a través de un hombre que está en llamas”,agregó.
Para hablar con base, el pastor citó Jeremías 23, “Aunque este pasaje fue escrito principalmente para los falsos líderes de aquellos días, el principio se aplica a nosotros y debemos permanecer firmes en el consejo de Dios: ¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan las ovejas de mi pasto, dice el Señor … Así diréis, cada uno a su prójimo, y cada uno a su hermano: ¿Qué respondió el Señor? y que habló el Señor? Pero nunca más os acordaréis del peso del Señor; porque a cada uno le servirá de peso su propia palabra; porque torpes las palabras del Dios vivo, del Señor de los ejércitos, nuestro Dios”, expresó dejando en claro que un púlpito jamás debe callar las cosas que no hacen bien a este mundo.
