Por Scott Slayton
Recientemente estuve en un restaurante y un grupo de estudio bíblico se reunía en una mesa cercana. El líder tenía una voz que resonaba, así que pude haber escuchado buena parte del estudio, pero lo primero que escuché decir me llamó la atención y me perdí el resto. Él dijo: “Me encantan las iglesias no confesionales porque la doctrina no da vida”
Dejaré de lado el comentario sobre iglesias no denominacionales que no tienen doctrina para otro día. Fue la otra mitad de la oración lo que me tumbó de la silla. “La doctrina no da vida”. No puedo pensar en nada más vivificante que la sana doctrina.
“Doctrina” es una palabra bíblica y el apóstol Pablo nos muestra que la sana doctrina es algo bueno que debemos abrazar. Después de todo, “doctrina” se refiere a la enseñanza y “sana” significa que algo es saludable. La doctrina sana es una forma taquigráfica de decir que la enseñanza es saludable y buena para nosotros. Esto significa que corresponde a lo que es verdadero acerca de Dios, la vida y el mundo.
La sana doctrina es buena para los seguidores de Jesús. Necesitamos saber la verdad, lo que significa que debemos estudiar la verdad.
Aquí hay tres razones por las que debe comprometerse a comprender la buena teología.
Estudie Teología Para Su Conocimiento De Dios
Toda relación se basa en conocerse y entenderse. Como Dios nos conoce y nos entiende perfectamente, es imperativo que sigamos aprendiendo quién es Él. Afortunadamente, Dios reveló todo lo que necesitamos saber sobre Él en las Escrituras.
Cuando leemos y estudiamos teología, llegamos a comprender mejor los atributos personales de Dios y cómo él interactúa con el mundo. Vemos cómo Dios se reveló a sí mismo en el pasado a través de encuentros con hombres y mujeres en las Escrituras. Por ejemplo, cuando pasó por Moisés en Éxodo 34 , proclamó acerca de sí mismo: “El Señor, Dios compasivo y clemente, lento para la ira y abundante en misericordia y fidelidad”. No puedes aprender eso sobre Dios al mirar una puesta de sol. Además, piense en sus interacciones con Job en los últimos capítulos del libro que lleva su nombre. Allí, aprendemos que Dios es todopoderoso, no tiene competidores, sin embargo es bueno y restaura a los que se han quebrantado.
Dios también revela su carácter a través de la enseñanza de los apóstoles y profetas. Cuando leemos Jeremías 2 o Romanos 8: 28-39 , escuchamos hombres inspirados por el Espíritu que testifican de los atributos del Dios que se reveló a ellos. Aprendemos acerca de la justicia, la misericordia, el amor, la providencia, la soberanía, la justicia y la gracia de Dios a partir de estas cartas y discursos.
Además de leer las Escrituras, estudiar teología significa leer libros de autores sólidos que nos ayudan a comprender mejor las Escrituras. Mientras que algunos podrían objetar esto como “enseñanzas de hombres,” si arrojan luz sobre la verdad acerca de Dios, los buenos libros son una oportunidad de aprender sobre nuestro Padre de hermanos o hermanas que han estado caminando con Jesús y estudiando la Biblia por más tiempo en mayor profundidad de lo que hemos nosotros hecho.
Estudie Teología Para Su Crecimiento En Gracia
Con demasiada frecuencia, el cristiano enfrenta la enseñanza teológica contra la enseñanza “práctica”. Conocemos los problemas que enfrentamos en nuestras vidas y pensamos que la teología es un pensamiento de torre de marfil que tiene poco que ver con la resolución de problemas reales.
Imaginamos que podemos obtener de la Biblia la ayuda que necesitamos para nuestras vidas mientras evitamos el pensamiento difícil que acompaña a la teología.
La dificultad con la que nos topamos es que la mayoría de las soluciones a nuestros problemas “prácticos” están enraizadas en verdades teológicas. ¿Cómo sabes amar a las personas difíciles? La Biblia nos dice que aprendemos esto caminando en amor “como Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros” ( Efesios 5: 2 ) Pablo fundamenta algo tan práctico como el amor en algo tan profundamente teológico como la muerte sustitutiva de Jesús por nosotros .
Pablo lo hace de otras maneras también. Cuando quiere mostrarles a sus maridos cómo amar a sus esposas, señala nuevamente la muerte de Jesús. “Esposos, amen a vuestras mujeres como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella” ( Efesios 5:25 ). Para mostrarles a los cristianos por qué deben hacer morir el pecado, Pablo les recuerda a los cristianos su unión con Cristo. ( Romanos 6:1-14 ) Cuando él anima a los cristianos a perdonar, anuncia que Dios los perdonó. ( Efesios 4:32 ) La teología es crucial para la vida cristiana práctica.
Estudie Teología para sus Conversaciones del Evangelio
Queremos que el Evangelio avance y que más personas escuchen y crean en Jesús. Esto significa que necesitamos tener más conversaciones sobre el Evangelio con personas que todavía no creen. ¿Cómo vamos a tener estas conversaciones si no conocemos y entendemos la teología?
Hubo una popular canción “cristiana” a fines de la década de 1990 titulada, “Jesús salva”. La esencia de la canción era que no necesitamos confundir a las personas con teología complicada. Solo necesitamos decirles que “Jesús salva.” Suena bastante simple, pero y si preguntan “¿Quién es Jesús?” ó “¿De qué me salvó Jesús?” Ahora te encuentras en una conversación teológica y necesitas buenas respuestas a esas preguntas.
Muchas conversaciones sobre el Evangelio con personas que no creen implicarán lidiar con objeciones al mensaje del Evangelio. Puede responder estas preguntas superficialmente o puede hacer el arduo trabajo de ayudar a las personas a llegar a la raíz de sus dudas. Toda objeción al Evangelio involucra algún aspecto de la teología. Si ellos objetan que el infierno es cruel, necesitarás hablar sobre la santidad y la justicia de Dios. Si alguien quiere saber por qué no puede ser una buena persona, tendrá que explicar la justicia de Cristo y la salvación solo por la fe. Estas son discusiones teológicas, pero tienen un profundo impacto.
Luchar Con Preguntas Teológicas Me Condujo A Mi Conversión
Yo era un pastor de jóvenes cuando me di cuenta de que necesitaba ser salvo. Para abreviar, hice una profesión de fe en un campamento juvenil en la escuela media, de inmediato volví a las cosas del mundo y, a través de una serie de eventos difíciles, comencé a ir a la iglesia de nuevo. Me enamoré de la Biblia y estaba convencido de que debería ser un pastor.
Mientras era estudiante de teología en una universidad cristiana y pastor de jóvenes en una iglesia local, comencé a dudar de la realidad de mi profesión de fe. A través de esto, comencé a leer sobre el pecado, la salvación solo por la fe, la elección y el nuevo nacimiento. Estuve bajo intensa convicción y lentamente me di cuenta de que nunca había sido salvo.
La noche en que todo llegó a un punto crítico, me pregunté qué le diría a Dios si estaba delante de Él el último día. Mi respuesta comenzó con todo lo que había intentado hacer en Su nombre. En mi corazón, me di cuenta de que mi respuesta estaba enraizada en una confianza en mi propia justicia y llamé a Cristo solo para que me salvara.
Memorizar 2 Corintios 5:17 y Efesios 2: 8-10 y pensar en asuntos teológicos importantes a través de la lente de mi propia crisis de fe condujeron a mi conversión. Nadie jamás me convencerá de que la teología no es importante, que salva el alma o que da vida.
La teología es simplemente la forma en que explicamos quién es Dios, quiénes somos, qué está mal con el mundo, qué ha hecho Dios para redimirnos y la esperanza futura que esperamos. Estudiar y entender la teología le dará a cada cristiano un amor más profundo por Dios, un caminar más fuerte con Él, un mayor amor por la gente que nos rodea, un compromiso más fuerte con nuestra iglesia local y una mayor confianza en el mensaje del Evangelio mientras hablamos a las personas que necesitan escucharlo.
