Esa noche mientras escuchan los detalle del proyecto que prohibía completamente el aborto en el estado de Texas, fieles cristianos entonaron con gran fervor “Sublime gracia”, con esta alabanza alababan y adoraban la bondad del Dios todopoderoso.
En el video publicado en las redes sociales por un miembro pro vida, se observaba a un gran grupo de personas manifestando su oposición a esta ley. Con arengas, como: ¡Protección igualitaria para todos! ¡Abolir el aborto! Ellos defendían su posición a favor de la vida.
Thomas, es el padre del difunto joven Jeremiah; quien tenía un tipo de cáncer a los huesos resistente a la terapia de radiación, meses antes de su muerte decidió usar sus deseo de la fundación “Make a Wish” que ayuda a niños desahuciados a hacer realidad uno de sus sueños y él solicitó al gobernador Greg Abbot el fin del aborto, anhelo que fue cumplido el pasado 9 de abril en Texas.
“Tu deseo está en una de las plataformas del partido Republicano", respondió el gobernador Abbott al pedido de Jeremiah, "Vamos a intentar hacerlo realidad en Texas. Tu deseo será concedido”.
La ley de abolición del aborto en Texas, HB 896 fue creado por Tony Tinderholt, representante del condado de Arlington, la cual emitirá una prohibición general del aborto, independientemente de las leyes federales en conflicto o las decisiones judiciales. Así mismo sometería a procesos penales a cualquier persona involucrada en procedimientos abortivos, madres y médicos.
Parte del proyecto de ley, que busca otorgar derechos inalienables a los no nacidos, dice lo siguiente:
“Un niño humano es vivo desde el momento de la fertilización, en la fusión de un espermatozoide humano con un óvulo humano, tiene los mismos derechos, poderes y privilegios que las leyes de este estado garantizan a cualquier otro niño humano”.
Fueron más de 300 los que asistieron hasta el Capitolio para escuchar la audiencia del comité que se encargó de este proceso. Uno de ellos fue Rusty, quien, al escuchar la abolición del aborto, empezó a adorar y alabar el nombre de Dios, con el himno “Sublime Gracia” acompañado de todos los que se dieron cita.
Luego leyó el Salmos 2, enfatizando “Servir al Señor con temor es regocijarse con el temblor, bienaventurados los que confían en Dios” segundos después invitó a los asistentes a arrodillarse al té el Señor de los ejércitos y elevar una oración por esta gran victoria.