Israel Folau, considerado por muchos el mejor fullback del mundo, dijo que a “borrachos, homosexuales, adúlteros mentirosos y ladrones, el infierno los espera”. Los Waratahs del Súper Rugby ya lo separaron; los Wallabies todavía no tomaron una decisión.
A Israel Folau, estrella de los Wallabies y los Waratahs y uno de los deportistas australianos más reconocidos del mundo, sus creencias lo pusieron en una situación deportiva delicada, con un futuro en forma de incógnita, con el Mundial a sólo cinco meses. Siempre fue conocido por profesar la fe cristiana evangélica, pero sus últimas publicaciones en redes sociales contra la homosexualidad, para las autoridades del rugby de su país, fueron demasiado lejos. Y las voces a favor y en contra del fullback no se detienen.
Desde Rugby Australia -entidad madre del deporte en el país oceánico- y de la Unión de Rugby New South Wales -ente que conduce a la franquicia del Súper Rugby- se deslizó la idea de rescindirle . “Israel ha fallado en entender que se espera que, como empleado, no comparta material que condene, denigre o discrimine a personas basado en la sexualidad (...) Se le comunicó formal y reiteradamente que cualquier publicación o comentario que sea en cualquier forma irrespetuoso para la gente por su sexualidad resultaría en acciones disciplinarias”.
Este viernes, Folau se reunió con las autoridades de ambas entidades en Sydney, aunque el contenido de la charla permanece casi en secreto. Según un breve comunicado, “el encuentro fue mantenido en confianza (...) y las dos organizaciones pondrán al día a sus comités ejecutivos para evaluar los próximos pasos”. Sin embargo, luego fueron terminantes: “Nuestra posición conjunta respecto a Folau no ha cambiado”. Más tarde, los Waratahs anunciaron que Israel fue “dado de baja de sus obligaciones como jugador hasta nuevo aviso”.
“ADVERTENCIA. Borrachos, homosexuales, adúlteros, mentirosos, fornicadores, ladrones, ateos, idólatras: EL INFIERNO LOS ESPERA”. La frase, en forma de foto, la subió Folau a su cuenta de Instagram este miércoles. Fue una reacción que se pudo contextualizar de acuerdo a su escrito en Twitter. En la red del pajarito, el jugador compartió una noticia que daba cuenta de que Tasmania se convirtió en la primera jurisdicción australiana en aceptar los matrimonios entre personas del mismo sexo. “El diablo ha cegado a tanta gente en este mundo, ARREPIÉNTANSE y denle la espalda a sus formas diabólicas. Vuélvanse a Jesucristo, quien los hará libres”, redactó.
La gran disyuntiva que se presentó a partir de entonces fue: ¿dónde radica la gravedad de los comentarios de Folau? Para algunos, es simplemente una opinión personal, ya que en ningún momento -al margen de calificarlos de "pecadores" según su visión religiosa- utiliza palabras agresivas respecto a la comunidad LGBT. Para otros, se trata de una prueba suficiente de homofobia pública porque, sencillamente, está calificando como "malos" a los homosexuales sólo por tal condición. El mundo del rugby, incluso, está dividido.
“Hombres como Folau son los que me hacían quedar en el clóset”, escribió en una columna Jason Ball, ex rugbier australiano. “Cuando leí sus comentarios, fue como volver a ese lugar de vergüenza y aislamiento”, agregó. Drew Mitchell, ex compañero de Israel en la selección, dijo: “Es tiempo de que sea separado. Si no quiere estar involucrado en un deporte inclusivo, debería buscarse otro”.
En la misma vereda se paró el mismísimo Primer Ministro australiano, Scott Morrison. Sí, hasta allí llegaron las esquirlas. El dirigente político dio su punto de vista ante ABC News: “Fueron comentarios terriblemente insensibles. Es importante que la gente actúe con amor, cuidado y compasión con sus compatriotas y le hablen de forma sensible a los demás australianos”.
Pero no fueron pocos los que apoyaron al fullback. Billy Vunipola, octavo del Saracens y la Selección inglesa, lo hizo a través de las redes. En su Instagram, publicó una definición religiosa del término “fe“ y la acompañó de una opinión: “Me llamaron 3 veces para que le quitara el ‘like‘ al posteo de Folau. Él está diciendo cómo deberíamos vivir para acercarnos al modo en que Dios quería que viviéramos”. Sus reflexiones también levantaron polvareda y trascendió que podía ser sancionado por la conducción del rugby inglés.
Hubo un ex Puma que no quiso ser ajeno al debate. Marcos Ayerza expresó en su Twitter, en inglés: “Me solidarizo con Folau por lo que le está pasando por defender sus creencias. Hoy en día está bien ser ateo, no religioso, judío, musulmán, pero nunca tratar de ser seguidor de Jesucristo”.
El rugbier no mostró arrepentimiento a pesar de que la Federación Australiana analiza su expulsión de los Wallabies.
“La decisión sobre mi futuro está en proceso, pero creo que Dios tiene el control de todo. Cualquiera sea su voluntad, ya sea para seguir jugando o no, estoy más que feliz de hacer lo que Él quiere que haga”, aseguró Folau en una entrevista con el diario Sydney Morning Herald, su primera declaración pública desde que se desató el escándalo.
Esa actitud llevó a la Federación Australiana a anunciar su intención de rescindir su contrato, lo que significaría un duro golpe para los planes de los Wallabies de cara al próximo Campeonato Mundial, que se jugará en Japón entre el 20 de septiembre y el 2 de noviembre. Y aunque todavía no se tomó una decisión final -el jugador debe presentarse próximamente ante un comisión que tendrá la última palabra- su expulsión del seleccionado parece un hecho.
Con la Liga de Rugby de su país también en su contra, su carrera podría estar en peligro, pero eso no parece preocupar a Folau.
"Primero y por encima de todo, ahora vivo para Dios. Cualquier cosa que Él quiera que me ocurra, creeré que sus planes para mí serán mejores que cualquier cosa que pueda pensar", afirmó.
Y ratificó que las críticas no lo hicieron cambiar de opinión. "Me mantengo en lo que dice la Biblia. Lo comparto con amor. Puedo mirar el otro lado de la moneda y ver la reacciones de la gente que son totalmente opuestas a como lo veo yo. La Biblia dice que a Dios no le gustan los pecadores. No puedo cambiar la palabra de Dios", comentó.
