Por RC Sproul
En el corazón mismo de la controversia en el siglo XVI está la cuestión del fundamento por el cual Dios declara a alguien justo delante de El. El salmista preguntó: "Sal 130:3 SEÑOR, si tú tuvieras en cuenta las iniquidades, ¿quién, oh Señor, podría permanecer? " (Sal. 130: 3). En otras palabras, si tenemos que estar delante de Dios y enfrentarnos a Su justicia perfecta y juicio perfecto de nuestro desempeño, ninguno de nosotros sería capaz de pasar la revisión.
Todo caeríamos, porque como Pablo reitera, todos nosotros quedamos cortos de la gloria de Dios (Rom. 3:23). ¿De este modo, la pregunta apremiante de la justificación es ¿cómo podría justificarse una persona injusta en la presencia de un Dios justo y santo?
El punto de vista Católico Romano es conocida como la justificación analítica. Esto significa que Dios declarará justa a una persona sólo cuando, bajo Su análisis perfecto, Él encuentra que él es justo, que la justicia es inherente a él. La persona no puede tener esa justicia sin fe, sin la gracia, y sin la ayuda de Cristo. Sin embargo, en el análisis final, la verdadera justicia debe estar presente en el alma de una persona antes de que Dios alguna vez le declare justo.
Mientras que la perspectiva Romana es analítica, la perspectiva de la Reforma es que la justificación es sintética. Una declaración sintética es aquella en la que se añade algo nuevo en el predicado que no está contenido en el sujeto. Si yo le dijese: “El Soltero era un hombre pobre," Os he dicho algo nuevo en la segunda parte de la frase que no estaba ya contenida en la palabra soltero. Todos los solteros son hombres, por definición, pero no todos los solteros son hombres pobres. Hay muchos solteros ricos. La pobreza y la riqueza son conceptos que no son inherentes a la idea de la soltería. Así, cuando decimos, "El Soltero era un hombre pobre," no hay una síntesis, por así decirlo.
Cuando decimos que el punto de vista de la Reforma de la justificación es sintético, queremos decir que cuando Dios declara a una persona ser justa delante de sus ojos, no es debido a lo que él encuentra en esa persona bajo Su análisis. Más bien, es sobre la base de algo que se añade a la persona. Ese algo que se añade, por supuesto, es la justicia de Cristo. Esta es la razón por Lutero dijo que la justicia por la cual somos justificados es extra nos, que significa "aparte de nosotros" o "fuera de nosotros". También llamó un "justicia ajena", no una justicia que es propia de nosotros, sino una justicia que nos es extraña, ajena a nosotros. Viene de fuera de la esfera de nuestra propia conducta. Con estos dos términos, Lutero estaba hablando acerca de la justicia de Cristo.
Este extracto se toma de Are We Together? Por RC Sproul.