Por Pablo Navarrete
Justificación por medio de la Fe, una mirada al Libro de Gálatas
El libro de Gálatas nos presenta un panorama sobre la lucha del Apóstol Pablo por extirpar de raíz falsas doctrinas en medio de la Iglesia de Galacia.
Básicamente, enseñanzas de falsos maestros judaizantes, los cuales atacaban la doctrina de la Justificación por medio de la Fe, una de las grandes doctrinas de la Gracia (Sólo por Fe). Recordemos que ésta es la gran premisa que separa finalmente a Lutero de la Iglesia Católica. Estos judaizares ignoraban o más bien hacían caso omiso del Concilio de Jerusalén que discutió este tema y también condenó este tipo de prácticas (Hechos 15:23 – 29). Pablo está maravillado de que se hayan alejado de las doctrinas impartidas por los Apóstoles, sobre todo de las enseñanzas que el mismo impartió, por ello al principio de la carta les invita a observar sus credenciales de apóstol y contrastarlas con las de los falsos maestros que estaban introduciendo veneno en la congregación. Pablo se presenta como Apóstol de Jesucristo, por Dios Padre y Jesucristo (Gálatas 1:1), además hace hincapié que El Evangelio lo recibió de Jesucristo mismo (Gálatas 1:10), que ahora predica la Fe que en otro tiempo asolaba (Gálatas 1:23), por lo tanto, sabía de antemano las consecuencias que traía enunciar las buenas nuevas, las sufría y glorificaba a Dios por ellas. Pablo les indica que este tipo de disyuntivas se las tuvo que aclarar al mismo Apóstol Pedro, al cual tuvo que enfrentar por esta práctica (Gálatas 2:11), les enuncia que era de condenar, de tal forma que les dice que Pedro y los “suyos” no “andaban conforme a la verdad del Evangelio” (Gálatas 2:14) Nótese el énfasis, en esto, EL EVANGELIO DURANTE TODA LA CARTA A LOS GÁLATAS. Pablo enfrenta a Pedro preguntándole ¿Por qué los obligas a judaizar? ¿Cómo colocar otro fundamente al de la Fe en Jesucristo? Es increíble pensar que un Apóstol de Jesucristo se haya equivocado en una doctrina que es la base del Cristianismo, ¿Acaso nosotros estamos lejos de esto? ¿Acaso nos jactaremos de que tenemos tal mente que no podemos equivocarnos a estos niveles? Dios nos ayude. Pablo también les esgrime que volver a prácticas que se destruyeron en Cristo, es la misma destrucción (Gálatas 2:18). La vida de Pablo estaba sustentada por la Fe en el Hijo de Dios (Gálatas 2:20) no en las obras que podía hacer, o en las marcas que la tradición habían arrojado sobre su cuerpo, es más, ¿quién más apegado a las doctrinas judaicas que Pablo? El ya conocía ese camino, probablemente obtenía de ellas las mismas insatisfacciones que Martin Lutero con las liturgias, indulgencias, confesiones y abstenciones. Si, el Apóstol conocía esa vida, una vida llena de vanidad, de vacío y necedad, sólo en el Evangelio por medio de la Fe su corazón pudo latir al son del compás del creador del Universo.
Es tan horrible pervertir la doctrina de la Justificación por medio de la Fe, que transforma la esencia del evangelio de Jesucristo, por ello es que Pablo les enuncia en el capítulo 1 versos 6 – 9, que es de tal magnitud la perversión del evangelio que cae una maldición sobre aquellos que predican otro Evangelio, no como si existiese otro, sino que cuando la esencia de esta noticia es tergiversada, como consecuencia se extrae de la ecuación la salvación la Gracia del Dios vivo. Gálatas no es la única Iglesia que sufre ataques frontales hacia el evangelio, cuando observamos las Iglesia de Apocalipsis, el Evangelio es eje central de embestidas demoníacas: el primer Amor de Éfeso se había enfriado, por lo tanto el evangelio también, en Esmirna eran pobres, pero tenían un evangelio puro y morían por él, tanto Tiatira como Pérgamo sufren infiltraciones de falsas doctrinas en donde el evangelio es blanco de dardos del enemigo, en Sardis no conocían el Evangelio de Jesucristo, se sentían seguros en su ciudad amurallada, pero estaban muertos, Filadelfia era fiel a la escrituras, al evangelio mismo, y sufrían persecución por ello, y en Laodicea habían dejado afuera de su congregación el evangelio de nuestro Señor.
Pablo esta tan enojado con los Gálatas que los llama, insensatos (Gálatas 3:1) no por falta de inteligencia, sino por falta de obediencia, de tal forma que no seguían la VERDAD, en el versículo 2 del mismo capítulo, les hace una pregunta clave, ¿por medio de que recibieron al Espíritu Santo? El medio es oír con Fe ¿Cuál es la razón por la que el hombre es justificado? Gálatas 2:16 nos da la respuesta noble: Por medio de la Fe, no por las obras de la Ley. Las obras que nos describen son como trapo de inmundicia, y nosotros somos suciedad según Isaías 64:6, ¿Cómo poner otro fundamento? ¿Cómo aborrecer el regalo por medio del cual podemos ver la Gracia de Dios?
Otra observación importante que debemos hacer en estos pasajes previos al capítulo 3, en donde nos centraremos, es que Pablo hace responsable a la congregación de la pureza del evangelio, no al Pastor, no a un grupo de creyentes, sino a toda la Iglesia, porque es el mensaje que mueve nuestro credo, es lo que nos define, es lo que nos hace ser Cristianos.
Ahora, en el capítulo 3 verso 6, Pablo primero explica que las personas que nacieron antes de la vida, crucifixión y resurrección del Señor también se salvaron por medio de la Fe. Isaac fue salvo por Fe, Jacob, José, Daniel, los profetas, aun Job, nos enuncia que sabe que su redentor vive y que del polvo lo levantará, enunciando la sombra de lo que había de venir por medio de Jesús. Cada una de las sombras que observamos en el Antiguo testamento están atestadas del evangelio de Jesucristo, la Biblia no es un compendio de capítulos separados en diversas unidades, no, es un sola unidad con un solo hilo conductor, llamado evangelio de Jesucristo, no son islas separadas, sino un gran continente que nos muestra la obra de Cristo a través de los siglos. En los verso 7,8 y 9 del capítulo 3, los que son de la Fe de Abraham son hijos de Abraham, aquí debemos hacernos una pregunta ¿en que creyó Abraham? En que Dios haría de él una gran nación, pero de que aquella nación saldría un Salvador, cosa que fue profetizada por Dios mismo en la caída en el huerto del Edén, que la simiente de la mujer vencería a la serpiente y mediaría entre Dios y los hombres. El que cree en Jesucristo, es un verdadero Israelita, un verdadero Cristiano. Pablo les está diciendo que aquí no juega el judaísmo como forma de justificación, sino que el verdadero judío o verdadero Israelita es quien cree en Jesucristo, quien es el verdadero Israel, porque él cumplió la ley de forma perfecta, colocando nuestra fe en él es que somos Justificados.
La salvación no es exclusiva de los judíos, es más, podemos observar como Jesús salva a la mujer Sirofenicia o la mujer samaritana en ese hermoso dialogo de Juan 4, Dios no hace acepción de personas por un tema racial o de nacionalidad. No, él Hijo de Dios se puso en nuestro lugar por nuestros pecados, pecados que tienen una misma naturaleza, enemigos de Dios, aborrecedores de lo bueno, eso no tiene nacionalidad, pero la sangre de Cristo cubre multitud de pecados. Es más, podemos observar en el Apocalipsis gente de toda lengua, tribu, nación, entre las huestes del Señor. Dios es quien salva, por lo tanto no tiene limitaciones. Lo que los Gálatas estaban haciendo era tomar la salvación como un elemento de la nación judía, como diciendo vino Jesucristo, pero no es suficiente para que seas salvo, debes cumplir, debes hacer, debes alcanzar ciertas cosas para ser salvo, es decir, volver a la religión más común de todas, la de las obras, las cuales son el común denominador de todas las religiones. Pablo sabía más que todos acerca del judaísmo (Gálatas 1:14) y había sido criado en estricto rigor sobre las obras de la ley, incluso más que sus propios padres, y por ellas supuestamente alcanzaba salvación, más desecho todos esos vanos rudimentos y la base de su salvación se basaba en su Fe puesta en Cristo y la vida perfecta que el vivió.
En el verso 10 del capítulo 3 Pablo nos dice que los que quieran vivir bajo la regla de la salvación por medio de las obras caerán en la maldición de las obras, tal cual lo describe Deuteronomio 27:26, una sola violación de la ley, hacía que los hombres cayeran bajo maldición, también lo enuncia Santiago 2:10. Nadie puede cumplir las demandas de la ley, es imposible para el hombre (Romanos 7:7-12), y aun si lo hicieres y no lo haces para la Gloria de Dios, también es pecado, el Señor dijo, que todo lo hiciéremos lo debíamos hacer para su gloria, Romanos nos dice que todo lo que no proviene de fe es pecado, es decir, si respiramos y no es para su Gloria pecamos, si trabajamos y no es para su gloria pecamos, si nos abrochamos los zapatos y no es para su gloria pecamos, si nos aseamos y no es para su gloria pecamos ¿Cuál es el centro de los mandamientos? Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, mente y fuerzas y a tu prójimo como a ti mismo, es decir, si no les amas con esa fuerza constantemente estas pecando, cuando el Señor enfrento al paralitico que introdujeron sus amigos en el hogar donde predicaba el Señor, le dijo tus pecados te son perdonados, ¿Cuáles eran sus pecados? Era un paralitico ¿Qué podía hacer o no hacer? NO AMABA AL DIOS VIVO COMO DEBE SER AMADO.
Más adelante en el verso 11 del mismo capítulo Pablo esgrime que por la ley ninguno se justifica, también podemos ver esto en Romanos 3:20, es decir, nadie es justo delante de Dios, si observamos los requisitos en el salmo 24 para estar delante del rey, del Dios Santo, el cual adoramos son infinitamente altos: el limpio de manos, el puro de corazón, el que no ha elevado su corazón a cosas vanas ni jurado con engaño, por ello cuando en Romanos 3:24 nos muestra que somos justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención en Cristo Jesús, Dios el juez de toda la Tierra, nos declara justos, gratuitamente, no tienes que pagar nada, suena increíblemente fácil, pero a Cristo le costó todo, no fue algo barato, costo la sangre de Dios hecho hombre, Dios Padre ofreció a su propio Hijo para justificar tus más cruentos pecados en la cruz del calvario, porque Dios no ofrece amnistías, el no paso por alto los pecados sin que hubiese un castigo por nuestro pecado, nuestro Dios es un juez justo y Santo el aborrece el pecado, y dará retribución a cada uno según sus obras, por ello alguien se puso en nuestro lugar recibió el infierno y la ira de Dios en la Cruz en nuestro lugar, pero no solo eso, sino que la justicia de Cristo es imputada a nosotros, cuando Dios nos mira justificados mira las obras de Cristo, las cuales son perfectas, cuando Dios desamparó al Hijo en la Cruz del calvario era porque estábamos tu y yo en aquella cruz, nuestros pecados en los hombros del Hijo de Dios. En el verso 12 se nos muestra que la justificación por Fe y por la ley son mutuamente excluyentes, es decir, la ley no es de Fe, ni la Fe es de la ley, aquí observamos dos cosas: Nos dice el Justo por le Fe vivirá, más sobre la ley nos dice, el que hiciere estas cosas vivirá por ellas, el que vive por la Fe recibe las promesas de la Fe, el que vive bajo la ley recibe la maldición que está bajo la ley como observamos anteriormente.
¿Quién nos redime de la maldición de la ley? (Verso 13 – 14) Cristo, quien se hizo maldito por nosotros, aquí la palabra redimió se relaciona a la compra de la libertad de un esclavo o un deudor, y los hace sus Hijos (Gálatas 4:5). Cristo se hizo maldición por nosotros, el mismo Padre se complació en quebrantarlo en nuestro lugar, Dios hecho carne llevo la maldición pronunciada en nuestra contra por transgredir la ley de Dios, maldito era quien era colgado en un madero, ya lo enunciaba Deuteronomio 21:23, y podemos observar imágenes de esto constantemente en las Escrituras. Pero una imagen impresionante es la que podemos ver en Juan 3, el Pastor Sugel Michelén enuncia lo siguiente en relación a este texto en su predicación “Mira y Vivirás”: Jesús tiene un diálogo con Nicodemo sobre la salvación y le dice que el que naciere de nuevo es quien tiene vida eterna, Cristo le dice que aun siendo que siendo aún maestro no sabe de esto, ya que el mismo Señor los dijo por medio de los profetas y los patriarcas Ezequiel 36:26 y Deuteronomio 10:16, como Nicodemo no entiende, porque no percibe las cosas espirituales, le muestra una escena histórica del pueblo de Israel durante el desierto en Juan 3:14. Tal como la serpiente fue levantada en el desierto era necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, recordemos esta escena en Números 21:4 – 9 Dios castiga a su pueblo por su incredulidad y murmuración contra él y su profeta Moisés, y envía serpientes ardientes, Dios provee una forma de liberar a su pueblo, le dice a Moisés que haga una serpiente ardiente, y Moisés hace una serpiente de bronce ¿Por qué una serpiente? ¿Por qué no un cordero símbolo del sacrificio de Cristo? La serpiente era un símbolo importante para los egipcios, era un dios protector para los faraones, y símbolo de resurrección, Dios está diciéndoles al enviar serpientes ardientes, esto es lo que ofrece Egipto, dolor, desesperanza, perdición, anhelaban volver a la esclavitud de Egipto, a la esclavitud de la ley, pero también posee otra representación y la más importante, en Génesis 3:14 dice la palabra que Dios maldice a la serpiente de entre todos los animales, así como Cristo se hizo maldito en la cruz del calvario por nuestro pecado, ¿Qué debían hacer los Israelitas? Mirar a la serpiente de bronce y ser salvos, una simple mirada de Fe, una simple mirada los podía salvar, una mirada podía extraer el veneno del pecado y hacerlos justos delante de Dios, la serpiente de bronce inoculaba el veneno de las serpientes ardientes, por eso es que Cristo le dice a Nicodemo, para que todo aquel que cree, no se pierda más tenga vida eterna, el que cree en el Hijo, en la obra de Jesús, por ello en Isaías podemos ver el anuncio: Miradme desde todos los términos de la tierra y sed salvos. Cristo se hizo maldito por nuestras transgresiones, por nuestros pecados. Por ello en Gálatas 3:14 observamos que para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la FE recibiésemos la promesa del Espíritu.
Charles Spurgeon dice lo siguiente en relación a estos pasajes de Gálatas: “Dios ha ideado maneras y medios de presentar delante de si al impío justamente aceptable; ha concebido un plan mediante el cual puede, en justicia perfecta, tratar al culpable, como si siempre hubiera vivido libre de ofensa; sí, tratarle como si fuera del todo libre de pecado. El justifica al impío” Y esos medios que Dios ha ideado incluyen la maldición que cayó sobre el Cristo en la Cruz del calvario, y las bendiciones de Cristo caen sobre el creyente ¡esto es algo asombroso!
Ahora, ¿Por qué Dios elige la Fe como Medio para recibir la salvación?
Porque por Gracia Sois salvos por medio de la Fe (Efesios 2:8)
Se puede comparar la fe a un conducto. La gracia es la fuente y la corriente; la fe es el canal por el cual fluye el río de misericordia para refrescar a los hombres sedientos. La Fe es conocimiento (de Cristo y su obra), certeza (en Jesús) y confianza (en Jesús), como dice Charles Spurgeon, es la mano del alma que tiene la capacidad de recibir la gracia. La fe se ha elegido por Dios para ser la receptora de la salvación, porque no pretende crear la salvación, ni ayudar a mejorarla, sino está contenta de recibirla humildemente.
La Fe da toda la Gloria a Dios (Efesios 2:9)
Es Algo cotidiano (Usamos Fe en muchos procesos de la vida cotidiana)
Es el Modo más seguro de Unir a Dios y al hombre
Actúa por Amor y produce Paz y gozo
¿Qué hacemos con la Ley?
La ley nos muestra quienes somos, inmundos pecadores (Gálatas 3:19), nunca tuvo el propósito de mostrarnos la salvación, sino mostrarnos el pecado, fue nuestro maestro para llevarnos a Cristo (Gálatas 3:24). Cristo cumplió toda ley, naciendo de mujer, y nacido bajo la ley, vivió bajo las reglas de la ley y las cumplió perfectamente y nos redimió. ¿Cómo volver a los rudimentos de la ley?
Es decir, como volver a decir, que por medio del cumplimiento de la Ley somos salvos. En Gálatas 4:10 podemos observar como los judíos interpretaban la ley de forma errónea y colocaban pesos sobre la gente. En Gálatas 5:2 se nos enuncia si os circuncidáis de nada aprovecha Cristo, debían ser circuncidados del Corazón por medio de la Fe que obra por Amor (Gálatas 5:6).
Nuevamente en Gálatas 6:15 Pablo les muestra el camino, una nueva creación, un nuevo corazón, al igual que Jesús a Nicodemo, Pablo les muestra a Cristo, y que solo por medio de un corazón restaurado podrían seguir los mandamientos de Dios, y demostrarían el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22). En Ezequiel 36:26 – 27 se nos muestra que realmente pondremos por obra la ley de Dios en su verdadera intención e interpretación, porque Cristo vive en nosotros y podemos hacer obras para su Gloria.
Finalmente en 2 Corintios 5:21 podemos resumir que Cristo no conoció pecado, Dios lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él, es decir, seamos justificados en Cristo por medio de la Fe.
De aquí la importancia que nos llamemos o nos llamen evangélicos, porque la esencia del evangelio es la Justificación por medio de la Fe. ¿Qué es lo que tienes que hacer para ser salvo? Arrepentirte de tus pecados y creer en el evangelio.