La organización señala que dispone de solo tres semanas para buscar las fuentes de financiación necesarias que les permitan cumplir con sus objetivos marcados para este año.
Casi 2 millones de niños padecen de malnutrición grave en Afganistán, de los cuales 600.000 están en riesgo de morir a causa de malnutrición grave aguda, alerta un reporte de la Unicef, que advierte que carece de fondos suficientes para afrontar debidamente la situación.
Los doctores que trabajan en la zona señalan a la pobreza, la guerra, el acceso inseguro al agua potable y la falta de educación de las familias como factores que recrudecen el problema. Un menor con malnutrición grave aguda tiene 11 veces más posibilidades de morir que un niño sano, detalla el organismo de Naciones Unidas.
El jefe del departamento de malnutrición del hospital provincial de Nangarhar, Muqeem Shah Miakhil, dijo a la agencia Ruptly que más de 15.000 mujeres y niños de esta provincia han buscado tratamiento contra la malnutrición severa este año, pero menos de la mitad se ha podido recuperar.
La situación se agudiza por las graves sequías que han afectado al país en los últimos meses, añade Alison Parker, jefe de comunicación de Unicef en Afganistán.
La representante resalta que la organización carece de financiación suficiente y necesitaría 7 millones de dólares adicionales para poder proveer ayuda al creciente número de menores desnutridos, por lo que ha hecho un llamado a los donantes con grandes medios económicos a hacer contribuciones para solucionar la crisis.
El año pasado, Unicef proporcionó asistencia a la mitad de los menores con mayores problemas de nutrición del país y espera este año poder elevar ese porcentaje al 60 %, objetivo que no se alcanzará si no consiguen los fondos necesarios para ello en las próximas tres semanas.
