Los autobuses se detienen frente a escuelas públicas en Kentucky (EE.UU.), y los niños salen y suben a bordo. Estos autobuses han sido acondicionados como aulas móviles, donde los niños aprenden sobre Jesucristo. Fruto de esto, 201 niños han decidido seguir a Cristo.
Está sucediendo en la organización cristiana Break del sureste de Kentucky, Estados Unidos, con el apoyo de más de una docena de iglesias. "Es un ministerio tremendo", dijo Chad Fugitt, miembro de la organización. "Ha sido una bendición para nuestra iglesia involucrarse con ellos", afirma Josh Pollitt, uno de los maestros de Break.
"Break ha optado por trabajar con estudiantes de primaria porque queremos poner nuestros recursos en el terreno más efectivo. Ahí es donde los campos son realmente blancos para la cosecha. Estos niños tienen la edad suficiente para entender el Evangelio y ser tocados por el Espíritu Santo”, afirma Lowder, director de Break.
Las clases normalmente duran menos de una hora, con alrededor de 20 a 25 estudiantes por sesión. Tienen lecciones bíblicas, alabanzas, canciones cristianas, memorización de versículos bíblicos y juegos en un entorno centrado en Cristo. Hasta ahora, más de 201 estudiantes han aceptado a Cristo. La misión de Break es conectar a los 201 niños con una iglesia local.
“El sistema de escuelas públicas es el campo misionero más grande sin explotar en el país”, dice Lowder, quien dejó una carrera de ingeniería cuando Dios literalmente puso esto en su corazón. "Enseñan a nuestros hijos y se están acercando a muchos niños que nunca habían ido a la iglesia. Sus padres no los llevan a la iglesia, pero los dejan ir al bus iglesia", dice un padre cristiano.
Break ofrece a los niños de escuelas públicas la oportunidad de recibir instrucción moral basada en la Biblia como parte de su educación, y es legal porque 1) los estudiantes solo asisten a solicitud de sus padres o tutores, 2) las clases no pueden realizarse en la propiedad de la escuela y 3) la escuela no los financia de ninguna manera.