El pastor Mark McClurg, de Irlanda del Norte, fue infectado con el coronavirus y hospitalizado con dificultades respiratorias. Pese a su delicada salud, el fiel cristiano no deja de impartir el Evangelio de Jesús a las personas moribundas del hospital. Sin duda, un instrumento de Dios en tiempos de dolor.
El Pastor que pensó que moriría, pero Dios le concedió la vida, trabaja incansablemente en un hospital ubicado en el norte de Irlanda. Él, junto a sus compañeros de trabajo, fueron infectados de coronavirus siendo llevados de emergencia a diferentes hospitales de la ciudad.
En medio de la difícil situación que aquejaba su salud, Mark usó la dificultad para sembrar el Evangelio en las personas que iban camino a la muerte. “Dios usa cada situación con un propósito, sabía que si estaba en el hospital era por un plan Divino. Escuché la voz de Dios. Él quería que yo hablara de su amor a los que no lo conocían, y lo hice”, menciona Mark en su cuenta de Twitter.
Después de recibir el tratamiento correspondiente, Mark se encuentra en una pronta recuperación y usa su cuenta de redes sociales para dar las buenas noticias sobre la restauración de su salud. "Esto no es solo una tos o un resfriado. No subestime el peligro de la muerte. Cuídese", dijo, señalando la gravedad de la enfermedad.
El pastor agradece las oraciones de sus hermanos en la fe y al mismo tiempo, imparte el cuidado sabio que cada uno tiene que acatar en estos tiempos. "Si tiene coronavirus y necesita ingresar a la unidad de cuidados intensivos, significa que tendrá dificultades, así que escuche todos los consejos del gobierno", advirtió.